El Papa Francisco I y la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, han mantenido un primer contacto personal tras la elección del argentino como Santo Padre. Según informa el diario Clarín.com, la reunión ha sido un intento mutuo por dar vuelta a la página de la difícil relación que forjaron los Kirchner con Bergoglio durante la última década. Mientras algunas figuras del kirchnerismo siguen fustigando a Bergoglio, la presidenta describió el encuentro como “importante y fructífero”.
El rotativo argentino asegura que en su reconstrucción ante la prensa, Cristina contó que le había pedido al Papa Francisco que intercediera para logar que Gran Bretaña se avenga a dialogar sobre la soberanía de las Malvinas. También relató que abordaron el tema de la trata de personas y los trabajadores explotados en situaciones casi esclavistas, un drama que siempre siguió de cerca Bergoglio. Con respecto a eso, Francisco I le confesó que veía “muy bien el trabajo conjunto de los presidentes latinoamericanos en pos de la Patria Grande”. La presidenta dijo que se sintió “impactada” e “impresionada” de que el Papa se refiera a la “Patria Grande” y mencione a José de San Martín y Simón Bolívar.
Uno de los momentos más intensos del encuentro se produjo cuando se saludaron. Ella le preguntó a Bergoglio si lo podía tocar. Éste le respondió acercándose y besándole la mejilla. “Nunca un papa me había besado”, dijo ella riéndose, como muestran las imágenes difundidas por la televisión. Luego la invitó a tomar mate. En Argentina, el encuentro entre ambas autoridades ha generado expectación y la prensa dedica grandes espacios al tema.
Cristina dio a conocer tras la entrevista que ha invitado formalmente a Francisco I a una visita oficial al país y sugirió que podría ser en julio, cuando el Papa viaje a Brasil. En concreto, el diario Clarín asegura que la ambición mayor del Gobierno es que Francisco I pueda estar en Argentina para la celebración del 25 de mayo o alguna otra fecha patria.
La presidenta se refirió asimismo a la sensación que le impregnó el Papa como persona. Dijo que lo vio “sereno, seguro, en paz, tranquilo". Y también que lo vio "ocupado y preocupado por lo que va a ser la inmensa tarea no sólo de conducir el Vaticano sino el compromiso de cambiar las cosas que él sabe que deben cambiar, que son las demandas que él ha interpretado y que ya se ven en gestos, actitudes diferentes y seguramente se verán en políticas”.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, manifestó en torno a la reunión que se trató de un “encuentro informal, un gesto natural de cortesía y afecto” de Francisco hacia la presidenta de su país. Este martes, Cristina Kirchner es testigo en primera fila del comienzo oficial de su papado. A la tarde, tomará el vuelo de regreso a la Argentina.
