El misterioso príncipe saudí cuyo convoy fue robado por hombres armados y enmascarados en el extremo norte de París resultó ser el hijo más joven y, según informes el favorito del fallecido rey Fahd de Arabia Saudita. La policía se ha negado a identificar al miembro real saudita en cuestión, pero los medios de comunicación franceses informaron este martes que él era el príncipe Abdul Aziz, de 41 años, quien es conocido por sus gustos extravagantes.
La policía aseguró que las circunstancias del robo sugirieron que se trataba de un trabajo interno y que el príncipe Abdul Aziz pudo haber sido traicionado por alguien de su gran séquito.
El caso se ha convertido en notable por el entramado del robo perfectamente organizado como una coreografía cinematográfica que ha empañado la imagen de París.
También ha ofrecido una visión de los lujosos estilos de vida de la élite mundial, especialmente de los países del Golfo, que regularmente hacen de París su patio de recreo, incluso en un momento en el que muchos franceses están sintiendo el impacto de una economía mediocre.
El domingo, según Le Monde, el príncipe acaba de concluir una escapada que incluía una estancia de 45 días en el palacio Four Seasons Hotel George V, uno de los hoteles más caros del mundo, con impresionantes vistas a la Torre Eiffel. Mientras viajaba en un convoy al aeropuerto de Le Bourget para partir en un jet privado, el coche de cabeza, una furgoneta Mercedes, fue detenido por ocho hombres armados.
Mientras que el príncipe estaba sentado de forma segura en otro coche, los ladrones secuestraron la camioneta, con un conductor de Arabia, guardaespaldas y asistente todavía en el interior antes de llevarse aproximadamente 335.000 dólares (Dh1.2 millones) en efectivo metidos en una cartera en el maletero. Los ladrones también se llevaron documentos que los medios de comunicación franceses describieron como sensibles, aunque enfáticamente la embajada saudí negó que los importantes papeles fueran robados.
Los saudíes fueron evacuados del vehículo, y el Mercedes carbonizado y un BMW conducido por los ladrones fue encontrado más tarde en el bosque, junto con dos billetes de 500 euros, medicamentos y algunos documentos en árabe, según el periódico Le Monde.
Expertos en el reino aseguraron que el príncipe era un ex secretario general del Consejo de Ministros de Arabia Saudita y una vez perteneció a la política, pero ya no formaba parte del gobierno. Sin embargo, pocas horas después del atraco, el gobierno francés, que valora sus fuertes lazos políticos y económicos con el reino de Arabia, se apresuró a expresar su pesar.
Las preocupaciones están creciendo en la capital francesa por la reciente oleada de robos de automóviles esto podría disuadir a los multimillonarios árabes y sus familias de visitar Paris.
La policía informó que el verano era un tiempo atractivo para los ladrones astutos, ya que París está inundada de turistas adinerados procedentes de Oriente Medio, Rusia y China, algunos de los cuales ofrecen dinero en efectivo a cambio de descuentos en artículos como los diamantes y vestidos de diseño.
El príncipe Abdul Aziz, por su parte, salió ileso del ataque del domingo, durante el cual los asaltantes no dispararon sus armas. Desde entonces, ha salido de París, de acuerdo con informes de los medios de prensa franceses. Su destino, aseguraron, era la isla española de Ibiza, donde tiene amarrado su yate (en la foto de la noticia).
