martes. 23.04.2024

Filipinas se asoma a la mayor catástrofe de su historia tras el paso del Haiyan, un tifón de máxima categoría (5) que más bien se asemejó a un tsunami porque levantó olas de hasta 15 metros con sus huracanadas rachas de viento, que llegaron a los 310 kilómetros por hora. Así lo cuenta Pablo Manuel Díez en el diario español ABC en una reveladora crónica escrita desde el lugar de la catástrofe.

El periodista ofrece en su relato datos escalofriantes. Solo en la ciudad de Tacloban, capital de la isla central de Leyte, las autoridades calculan que hay 10.000 muertos. Y ha quedado destruido entre el 70 y 80 por ciento del recorrido que siguió el tifón a su paso por esta provincia.

Con una velocidad sostenida de 235 kilómetros por hora, Haiyan – también denominado Yolanda – tocó tierra el viernes y atravesó de este a oeste seis islas en el centro del archipiélago filipino, afectando a 9,5 millones de personas y obligando a la evacuación de 630.000. En Sámar, la isla frente a Tacloban, los equipos de salvamento han encontrado ya 300 cadáveres en la ciudad de Basey, pero aún quedan 2.000 desaparecidos y se teme por sus vidas porque las olas alcanzaron allí seis metros de altura. En la isla de Boracay, uno de los destinos de vacaciones más populares de Filipinas, 6.000 turistas han quedado atrapados en un «resort» tras el paso del tifón.

Sin electricidad y con las comunicaciones y las carreteras cortadas en áreas remotas, aún hay pueblos enteros de los que no se sabe nada. Pero las imágenes que muestra la televisión apenas dejan resquicios a la esperanza: poblaciones enteras arrasadas por el viento huracanado y las fuertes lluvias; chozas destruidas y casas inundadas por el fango, coches arrastrados por la corriente y hasta cadáveres colgando de los árboles.

A 580 kilómetros al sureste de Manila, en la isla de Leyte, el aeropuerto de Tacloban ha quedado tan dañado que los vuelos regulares han sido suspendidos, atrapando a cientos de personas que tratan de huir desesperadas. De momento, en sus pistas sólo están aterrizando los helicópteros y aviones de transporte Hércules C-130 de las Fuerzas Aéreas para empezar a distribuir las primeras entregas de ayuda humanitaria.

El tifón Haiyan deja más de 10.000 muertos en Filipinas
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