viernes. 29.03.2024

Paul Hinder, actual Vicario Apostólico de Arabia del Sur y obispo de la iglesia católica en Abu Dhabi, ha publicado un comentario en el diario The National con motivo de la reunión del jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan con el Papa Francisco. Dice lo siguiente:

"Cuando vi la foto de Sheikh Mohammed bin Zayed con Papa Francisco en el Vaticano este jueves, me llené de alegría. Allí tuvo lugar una reunión de dos hombres de diferentes orígenes religiosos y culturales, pero que comparten objetivos e intereses comunes.

En Emiratos Arabes Unidos, el legado del jeque Zayed de la tolerancia y la comprensión mutua entre personas de diferentes creencias religiosas y nacionalidades continúa.  EAU es una isla de paz y tolerancia en una región donde los grupos radicales están socavando la tradición de convivencia pacífica. Por su parte, el Papa Francisco, como cabeza de la Iglesia Católica en todo el mundo, hace hincapié en los valores básicos de nuestra casa común: el mundo como creación y el regalo de Dios a la humanidad. Allí hay un conocimiento profundo en nuestras dos religiones, el cristianismo y el Islam, que la vida humana debe ser protegida, la vida familiar fomentada, la pobreza superada y la justicia y la paz deben ser la principal preocupación de toda acción política.

Durante más de 12 años en EAU como obispo de los católicos en este país, en Omán y en Yemen, he seguido el progreso en la construcción de esta nación y en el establecimiento de leyes que ayudan no sólo para mantener los valores del pasado, sino también para desarrollar aún más la cohesión social. Los intereses comunes entre el cristianismo y el Islam son mucho más grandes que las cargas históricas a veces negativas. Como cristiano, me entristece ver que los musulmanes son las víctimas principales de criminales, llamados islamistas, radicales. Ante Dios todos tenemos el deber de hacer todo lo posible para que no se abuse del nombre de Dios  para justificar matanzas. El nombre de Dios y la dignidad de los seres humanos merecen ser protegidos de todo asalto impío.

Estoy seguro de que los dos grandes hombres que se reunieron en el Vaticano este jueves tuvieron la oportunidad de estimular la comprensión común y profundizar la relación. Por mi parte, puedo dar seguridad - y pienso que también hablo en nombre de las otras iglesias cristianas - que estamos dispuestos a participar en la construcción de una sociedad justa y pacífica. Vamos a seguir contribuyendo en la medida de lo posible para la educación de los menos privilegiados. A raíz de la intención del Papa Francisco, nosotros haremos nuestro mejor esfuerzo para ayudar a las personas que luchan en su vida diaria.

Por último, continuamos  orando por los líderes políticos y religiosos para que puedan seguir trabajando a favor de una sociedad armoniosa y justa".

Alegría en la reunión de ideólogos
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