sábado. 20.04.2024

A María Pirén Enciso Paladino la pandemia la bajó de golpe a la tierra. Azafata de Emirates Airline durante más de once años, esta argentina afincada en Emiratos Árabes Unidos (EAU) cruzaba constantemente el mundo desde el cielo cuando el coronavirus la dejó sin empleo. Pese a estar más que acostumbrada a viajar, Enciso tuvo muy claro desde el primer momento que este cambio laboral no la haría abandonar Emiratos, donde siente que ha encontrado su hogar y donde ya ha dado con la manera de reinventarse, con un proyecto que la ha hecho cambiar radicalmente de vida.

Pirén cuenta a EL CORREO DEL GOLFO que llegó a Dubai casi sin saber adónde iba. Nacida en Buenos Aires y formada en hotelería, estuvo trabajando varios años en hoteles de Colorado antes de volver a Argentina, esta vez a la Patagonia, para emprender nuevos estudios. Sin pretenderlo, buscando un empleo para costear dicha formación, dio con un anuncio hecho a su medida en el que solicitaban personas mayores de 21 años, con formación en inglés y ganas de viajar. “Pensé: 'este trabajo es para mí’ y me fui a la entrevista a ciegas porque cumplía los tres requisitos, no tenía ni idea de qué era Dubai ni Emirates”, relata la argentina.

Aunque ahora no se imagina en otro lugar del mundo que no sea Emiratos Árabes, María Pirén no tiene reparos en admitir que su aterrizaje fue “traumático” y que le costó adaptarse. “Cuando llegué me quería morir, había mucha gente, hacía más calor del que había experimentado en toda mi vida, 43 grados, cuando en Colorado pasaba el invierno a 30 bajo cero y solo estuve a 15 grados una vez en tres años, dije: este es el error más grande de mi vida”, confiesa la argentina. “Los primeros tres años fueron fatales”.

"Todo el mundo piensa que no hay cultura en Emiratos, que no hay historia, que es muy superficial, pero solo lo puedes pensar si te quedas en Dubai, en las zonas turísticas"

Sin embargo, cuando Pirén decidió salir de Dubai y se mudó, primero a Unm al Quwain y después a Ras al Khaimah, su relación con Emiratos empezó a cambiar, al descubrir a la población local, a quienes describe como “como gente hospitalaria y súper abierta”.

“Todo el mundo piensa que no hay cultura en Emiratos, que no hay historia, que es muy superficial, pero solo lo puedes pensar si te quedas en Dubai, en las zonas turísticas”, dice la argentina, que invita a conocer la auténtica esencia emiratí. “El desierto es el lugar feliz, el lugar donde tengo que ir a recargar energía, siento que es mi lugar de pertenencia, como que nunca me fui de ahí”, afirma.

Aunque ahora que ha cambiado el rumbo admite que no volvería a trabajar de azafata, la argentina asegura que su etapa en Emirates fue “muy linda, en muchísimos aspectos, con muchas experiencias, conoces a gente a la que de otra manera no tendrías acceso, desde trabajadores que nunca vieron un baño a jeques y reyes, vives los dos extremos”.

Es un trabajo, remarca, “muy duro” por los horarios y turnos y la falta de arraigo, pero “muy gratificante, te abre la cabeza”, señala. Durante sus primeros años en la aerolínea a Enciso le encantaban las rutas largas, que le permitieron recorrer el mundo de punta a punta. “Ya los últimos años lo que quería era hacer vuelos que salieran a las siete de la mañana y volvieran a las tres”, admite.

Esta situación también contribuyó a que la llegada de la pandemia supusiese una oportunidad para ella. “La pandemia me afectó de forma muy buena, muy sorpresiva, me sacó del trabajo que tenía, de la vida de seguridad total y completa, llevaba una vida supercómoda y de repente me encuentro sin trabajo, sin casa, sin sueldo, sin seguro médico y con un lugar, Argentina, al que volver no es una opción, al menos para mí en este momento”, explica. Y entonces nació Yumbrel.

"Nos pasamos la vida pensando que tener estrés es algo normal, pero no lo es"

El proyecto Yumbrel -que en mapuche significa arcoíris en todo su esplendor- es un plan corporativo de bienestar, desde el que Pirén aplica y enseña técnicas para manejar el estrés. “Nos pasamos la vida pensando que tener estrés es algo normal, pero no lo es”, advierte. Ahora, tras formarse al respecto, ayuda a los demás a conseguir beneficios con técnicas que ya aplicaba sin saberlo cuando trabajaba de supervisora de cabina con equipos de hasta nueve personas a su cargo.

En esta nueva etapa y a sus 39 años, entre las técnicas que Pirén practica en Yumbrel se encuentran la sanación con sonidos -con cuencos tibetanos o con la voz-, diferentes técnicas de yoga y también la sanación pránica. Sobre esta última explica que es muy parecida al reiki, una sanación sin contacto. “Se hace utilizando la energía que hay en la tierra y se basa en el fundamento de que el cuerpo tiene poderes de sanación, se trata de canalizar esa energía y sacar del cuerpo toda la que está vieja, hacer espacio para la energía nueva”, afirma. Para ello, se trabaja sobre los centros donde se concentra esa energía, los chacras, que “se limpian y después se energizan para que funcionen de manera óptima, son como ruedas, cuando empiezan a girar solas todo el engranaje empieza a funcionar mejor”.

En lo que respecta al bienestar emocional y mental, puntualiza Pirén, el primer paso debe ser actuar sin esperar a que surjan los problemas. “No hay que esperar para estar mal, hay que ser proactivo”. Igualmente, mantiene, hay que “cambiar el tema de percepción, porque hay mucho estigma, mucho tabú, la mayoría de las personas ha pasado o pasa silenciosamente por situaciones que pueden ser resueltas muy fácilmente, que pueden ser prevenidas, pero como la gente no habla del tema nos termina afectando a todos, como humanos y como sociedad”. Precisamente, desde Yumbrel y en colaboración con reconnect.mea (plataforma de fortaleza mental), están organizando eventos para “cambiar la visión que hay respecto a la salud mental, hacer conciencia y que la gente sea proactiva y que sepa qué opciones tienen”.

"Todos decimos que queremos paz, pero ¿cómo vamos a traerla al mundo si no podemos dárnosla a nosotros mismos?"

María Pirén, que vive acompañada de sus dos gatas -Chichina y Misha-, subraya la importancia de la espiritualidad en el momento actual. “Creo que es fundamental que la gente empiece a vivir abierta y honestamente, que empecemos a alinearnos, todos decimos que queremos paz pero ¿cómo vamos a traerla al mundo si no podemos dárnosla a nosotros mismos?”, afirma. “Si uno no tiene paz mental ¿cómo le vas a dar paz ni a tu pareja ni a tu familia, ni en tu empresa, a tu empleado, a nadie?; si realmente queremos estar mejor tenemos que empezar a alinearnos nosotros en todos los aspectos, y somos la suma de las cosas, no somos una sola cosa; hay que tener el balance”, asegura.

Ese balance, precisamente, esa conexión con la energía de la tierra, María Pirén Enciso Paladino la ha encontrado en Ras al Kaimah. “Vivir acá me encanta, la vibra que tiene este lugar para mí es de lo más alto que hay, porque por más que es una ciudad tienes la sensación de comunidad, de pueblo, conoces a la gente, que es muy abierta y receptiva; en Dubai hay más oferta de cosas para hacer y demás. pero no hay esa sensación, es mucho más solitario. Este es mi sitio”.

La azafata argentina que conectó con la energía del desierto árabe
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