jueves. 28.03.2024

La directora del Centro Internacional de Agricultura Biosalina (CIAB), de Emiratos Árabes Unidos, doctora Ismahane Elouafi, se opone a la idea de que los desiertos son estériles y apuesta por convertirlos en terreno cultivable.

Elouafi que tiene un doctorado. en Genética por la Universidad de Córdoba, España y a la que la revista CEO-Middle East incluyó entre las 100 mujeres árabes más poderosas  del mundo propone encontrar plantas y árboles resistentes a la salinidad e irrigarlos con agua de mar. De igual manera, pretende variar el esquema alimenticio por el que casi un 60 por ciento de la humanidad depende del trigo, el maíz, el arroz y la patata. Según la doctora, hay solo 150 cultivos en el mercado de los 7.000 que los ancestros solían cosechar.

Este cuarteto alimenticio que sustenta a la mayoría del planeta, recibió diseños genéticos durante la revolución industrial europea y su crecimiento y desarrollo no encajan fuera del hemisferio norte. De ahí que el CIAB apunte a una cobertura alimentaria con plantas como el mijo, una de las primeras semillas cultivadas en la Media Luna Fértil, un área de Medio Oriente donde comenzaron a utilizar la agricultura las primeras civilizaciones.

Elouafi busca especies vegetales capaces de crecer en las condiciones climáticas de Emiratos Árabes Unidos con experimentos de semillas de cultivos antiguos. Los científicos del CIAB esperan abordar la inseguridad alimentaria de Medio Oriente mediante la modificación genética para que reciban los nutrientes de agua sacada del mar. La escasez de agua dulce influyó en que EAU y gran parte de la región dependa de la importación para alimentar a sus poblaciones.

El caso se debe a que los métodos agrícolas europeos no son adecuados para tierra caliente y seca, y algunas verduras requieren 30 o más veces irrigación que las necesarias en ambientes más fríos.

El CIAB posee un banco de genes de esas plantas resistentes a la salinidad y sus investigadores buscan entre los 7.000 a los que recurrieron los antepasados y a partir de ellos identificar especies con posibilidades de crecer con agua marina, ricas en nutrientes y, por supuesto, sabrosas. "Solo nos estamos centrando en unos pocos por ahora porque su cultivo es extremadamente costoso", apuntó.

Con los avances tecnológicos de codificación genética se puede reducir ese coste y diseñar especies más fáciles de cosechar y adaptables a la mayoría, explicó. "La escasez de agua es una de las principales limitaciones para la producción de alimentos en Emiratos Árabes Unidos, aunque con la desalinización hubo resultados", puntualizó.

Pero en lugar de desalinizar, Elouafi quiere crear plantas con posibilidades de irrigación directa de los mares. "Es posible. Hay especies con tolerancia a la salinidad y con la adición de genes o híbridos se pueden obtener cultivos que tomen más agua salina y sean más nutritivos", señaló la doctora, según publica el diario The National.

Esas innovaciones podrían usarse junto con otras alternativas como la granja vertical Badia de Omar Al Jundi, la primera en funcionar en Dubai. Con esa instalación se pueden cosechar cultivos experimentales e interrumpir el sistema actual de alto consumo energético imprescindible en el mundo árabe.

Al Jundi explicó que el consumo de agua de la granja en agosto pasado, uno de los meses más calurosos del año, resultó más bajo que el de su casa. Podemos reciclar el agua que usamos y aprovechar la humedad para nutrir a las plantas, subrayó.

La instalación vertical cosecha unas mil lechugas a la vez. En ese sistema, se utiliza el método de los hidropónicos. Rara vez necesitan pesticidas y la tecnología está progresando a un ritmo capaz de cultivar cualquier cosa, incluidas las simientes antiguas o de patrimonio. Elouafi comentó que esa tecnología permite plantar especies sustentables como las que su instituto está redescubriendo. "Puedes crecer tan alto como quieras, pero subir de 10 a 20 almacenes produce mucho, podría alimentar a miles, si no más. Ese es el futuro de la agricultura en las condiciones de Emiratos", concluyó.

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