Cientos de personas se han desplazado desde Ras Al Khaimah para presentar sus respetos a Jassim Al Baloushi, el bombero que murió mientras luchaba contra las llamas en el avión de Emirates siniestrado en el aeropuerto de Dubai.
Los dolientes, encabezados por el jeque Mohammed bin Saud Al Qasimi, príncipe de RAK, acudieron a la mezquita Sheikh Rashid en Kharran, la ciudad natal del bombero, donde se celebró el funeral, seguido de oraciones en el cementerio de Al Saliehia, según publica el periódico The National.
Al Baloushi, de 27 años, era el mayor de cinco hermanos, y fue muy conocido en su comunidad por sus buenas acciones, su energía y su amor por el voluntariado.
Su padre, Issa, y sus dos hermanos varones, junto a sus primos y otros miembros de la familia, se emocionaron al ver el abrumador número de personas que asistieron al funeral.
"Mi hijo mayor murió como un héroe mientras salvaba las vidas de los pasajeros del avión; él es un mártir y se le echará mucho de menos", dijo su padre.
Su hermano Harib, de 16 años, no pudo contener las lágrimas al ver el cuerpo de su hermano mayor sepultado. "Él era un modelo a seguir y un héroe, amaba a su país y quería a su trabajo", dijo el adolescente.
Salman, su hermano de 19 años, dijo que Jassim era muy querido por todos en su ciudad. "Era valiente, amable y un apoyo para su familia, sus amigos y la comunidad", dijo.
Saif Al Suwaidi, director de la Autoridad General de Aviación Civil, agradeció a Jassim "su sacrificio final, que salvó a muchos del peligro, nuestros pensamientos y oraciones están con su familia".
