Un trabajador asiático fue detenido por matar a puñaladas a un compatriota en un edificio en construcción en Dubai debido a una disputa financiera.
El asesino fue descubierto gracias a las interfaces cerebro-máquina que son dispositivos que pueden leer actividad de las ondas cerebrales.
Según los registros oficiales, la Policía de Dubai recibió recientemente una llamada sobre una pelea que se había desatado entre un grupo de trabajadores y que resultó con uno gravemente herido.
La policía se apresuró al lugar y encontró a la víctima en un charco de sangre. Los atacantes habían huido del lugar. El herido fue trasladado de urgencia al hospital, donde fue declarado muerto.
Las autoridades iniciaron una investigación intensificada y revisaron las imágenes de las cámaras de circuito cerrado de televisión, lo que les permitió identificar a los sospechosos. Todos fueron detenidos, pero negaron el apuñalamiento.
El teniente Abdul Raheem Al Harmoodi, psicólogo criminal adjunto del Departamento General de Evidencia Criminal y Criminología de la Policía de Dubai, informó que el caso era muy complicado, ya que involucraba a varios sospechosos cuyas huellas dactilares se encontraron en la escena del crimen.
Además, los sospechosos confesaron haber golpeado a la víctima, pero negaron el apuñalamiento que provocó su muerte.
Para resolver el misterio e identificar a los asesinos, la policía utilizó una tecnología llamada 'Memory-Print', una máquina de alta tecnología diseñada para detectar un aumento en ciertas ondas cerebrales cada vez que una persona ve algo familiar.
A todos los sospechosos se les mostraron fotos del arma homicida y uno de ellos registró un aumento en las ondas cerebrales P300.
"Esto significaba que recordaba el arma", subrayó Al Harmoodi.
Con el informe que generó la máquina, la policía interrogó al sospechoso, quien luego admitió el crimen.
El caso fue remitido a la Fiscalía.
