jueves. 28.03.2024

El nuevo embajador de España en Emiratos Árabes Unidos (EAU), Íñigo de Palacio, apenas lleva un mes en el cargo y ya afronta una exigente agenda diplomática marcada por la recién inaugurada Expo 2020 Dubai. Es la primera vez que pisa Emiratos Árabes Unidos, aunque en su biografía profesional acumula una dilatada hoja de servicios iniciada en 1983 con su ingreso en la Carrera Diplomática. Ha sido profesor asociado de Derecho Diplomático y Consular de la Pontificia Universidad de Comillas y honorario de la Universidad San Ignacio de Loyola en Lima. En todo este tiempo, ha desarrollado diferentes responsabilidades en las embajadas españolas de Bolivia, Marruecos y Brasil. Además, fue embajador permanente adjunto de España ante la ONU entre 2004 y 2008, y máximo responsable de la misión diplomática en Serbia y Chile. En 2014, se incorporó a la multinacional española Indra como director de Relaciones Institucionales. Ahora regresa a la carrera diplomática para desplegar su firme convicción de servicio público.

¿Cómo lo han recibido en Emiratos Árabes?

Nos han recibido como esperábamos: muy bien. Como corresponde con la realidad de las relaciones entre España y Emiratos, que son magníficas. Hay una relación de afecto que se cifra en la similitud de valores: lealtad, amistad, familia. Y una imagen de España que es muy afectuosa para ellos, históricamente importante y relevante todavía hoy. Les gusta España. Desde el punto de vista profesional, es importante también cómo me han recibido los españoles de este país. La primera impresión que tengo es excelente. Es una comunidad muy bien organizada, muy bien avenida y manifiesta afecto por el país. Se nota que la gente está contenta y así es mucho más fácil. Las familias están instaladas y tienen una vida segura. Aquí hay mucho trabajo. Todo el mundo tiene su ocupación en el mundo de la medicina, la ciencia, la investigación, la docencia, el periodismo. El ambiente es muy grato. Mi mujer y yo queremos seguir conociendo mejor a la colonia.

¿Conocía usted el país?

No había tenido la oportunidad de estar aquí. En la región, solo había visitado Qatar hace años. Estaba destinado como embajador representante adjunto en Naciones Unidas, en Nueva York, y vine a Doha a una reunión sobre la Alianza de Civilizaciones. Todos tenemos una idea formada sobre Emiratos: que es un país vibrante y dinámico, con un gran desarrollo económico, en lo social y las infraestructuras. Cuando uno llega a Dubai, la realidad desafía a cualquier imaginación.

Antes los rascacielos eran cosa de Nueva York.

Esto está en otro nivel. Nosotros hemos vivido casi cinco años en Nueva York. Los escenarios de la calle nos son conocidos por las películas. De alguna manera, es una ciudad que pertenece al pasado. Dubai es el futuro. Ayer me mostraban el lugar donde se va a construir el Dubai Creek, que parece que va a ser otra obra magna de Calatrava.

¿Y ha tenido usted conexión con la cultura árabe?

Tuve la oportunidad de estar destinado en Marruecos, un país de tradición árabe. Fueron tres años interesantísimos porque fue mi primer contacto con una cultura en árabe. Del año 87 al 90.

“He tenido una reunión informal con el Consejo de Residentes Españoles, que es una institución de la mayor importancia para canalizar los intereses y las inquietudes de la comunidad española”

Tengo entendido que está contactando la comunidad española. ¿Qué le transmiten?

Sí. He estado con la Asociación de Científicos e Investigadores, que me parece una iniciativa extraordinaria. Gente con responsabilidades, que está en puestos de altísimo nivel y ha mostrado su voluntad de autoorganizarse en una labor de voluntariado. He estado también con la Cámara de Comercio, aquí llamada Spanish Business Council. Y con algunas empresas para conocer sus inquietudes y sus problemas. He tenido una reunión informal con el Consejo de Residentes Españoles, que es una institución de la mayor importancia para canalizar los intereses y las inquietudes de la comunidad española. Hemos escuchado sus iniciativas, muchas de la cuales son realistas y pueden ser de gran servicio a la comunidad española. Y algunas las vamos a estudiar.

¿Qué tipo de iniciativas?

Debemos dar el mejor servicio en nuestra Sección Consular y también es necesario que el magnífico personal de esta Embajada disponga de tiempo que no sea de atención al público para hacer los documentos y las gestiones. Si estuviéramos abiertos siempre, no sabemos quién podría hacer los visados, los pasaportes o las inscripciones registrales. La comunidad española cuenta con un lugar donde acudir con unos horarios que hemos querido ampliar a los domingos. Además ahora se facilita el pago con la tarjeta de crédito. Y, por ejemplo, queremos mejorar la comunicación con la comunidad en áreas donde se producen consultas sobre cuestiones jurídicas que puedan afectar a las familias españolas. Se plantearon muchas cuestiones. Y querría decir que hay un proyecto muy ambicioso para avanzar en la digitalización consular. Se van a introducir nuevas herramientas digitales de acceso a los ciudadanos para mejorar la rapidez y la propia autogestión de los trámites consulares.

Los últimos años ha estado usted en la empresa privada tras una larguísima trayectoria diplomática. ¿Por qué ha regresado?

Hay una razón de reto personal. Cuando dejé la Embajada en Chile y me hicieron la oferta de ir a la empresa privada, pensé que era del mayor interés, porque era una multinacional española que está en la vanguardia de la tecnología y la innovación: Indra. Y me llamó la atención la posibilidad de trabajar creando una nueva dirección global de Relaciones Institucionales. Después de siete años, consideré que había hecho una curva de aprendizaje. Y también debo reconocer que desde el día uno que estuve en esa empresa añoraba el servicio al Estado.

O sea, que lo suyo es la diplomacia.

Lo mío es servir. Los funcionarios tenemos que tener un espíritu de servicio. Se puede servir en las Fuerzas Armadas, en el Ministerio de Hacienda, en Asuntos Exteriores o como médico. A mí me gusta servir a la gente. Hacer cosas. A medida que tenía bien pasados los sesenta, creía que era el momento de volver a servir al Estado. La gente me decía: “¡Estás loco! Tienes una posición extraordinaria en una gran multinacional”. Bueno, he cumplido el reto y me he ido con la satisfacción de poder volver.

¿Emiratos Árabes es un buen destino para un diplomático?

Sin lugar a dudas. Primero por la cercanía. Es muy agradable llegar a un país donde a uno se le tiene afecto. Emiratos es un país amigo. En segundo lugar, aquí hay una comunidad española muy importante. No solo en términos numéricos sino por la trascendencia de lo que hacen. En tercer lugar, porque es un país desarrollado, ambicioso y que tiene una política exterior del mayor interés en la región. Emiratos juega en las ligas internacionales por encima de su peso.

“Emiratos Árabes es una voz influyente que se va a tener que manifestar sobre grandes cuestiones de la agenda internacional”

A nivel geopolítico, ¿este país cuenta?

Claro que cuenta. Y va a contar más en los próximos dos años cuando sea miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Yo he estado en el Consejo de Seguridad representando a España y lo que dice un país miembro cuenta.

Emiratos es una voz influyente.

Es una voz influyente que se va a tener que manifestar sobre grandes cuestiones de la agenda internacional. Los miembros permanentes van a tener que contar con este país para sacar adelante iniciativas y eso da una visibilidad muy importante. Yo he estado 13 años destinado en temas de Naciones Unidas y eso es un desafío para Emiratos. Estoy convencido de que lo va a hacer con gran profesionalidad y altura. 

El nuevo embajador de España en EAU, íñigo de Palacio, quiere "llegar a conocer bien a la comunidad española". (EL CORREO)

Aquí se ha pedido que se incrementen esas visitas.

No cabe duda de que a medida de que las relaciones se estrechan, los ministros muestran interés en venir. Ahora, por ejemplo, vamos a ser país invitado especial en la Feria Internacional del Libro de Sharjah y vendrá el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta. Y con motivo de la Expo irá a más. Por supuesto, el Día Nacional de España en la Exposición Universal, que se celebra el 2 de febrero de 2022, va a ser un momento de altísimo nivel.

¿Cómo de alto?

Yo creo que de lo más alto en las altas magistraturas del Estado. Todavía no tenemos una confirmación de quién será la alta personalidad que venga.

Los Reyes siempre han ido a las exposiciones.

No siempre. A Shanghái no fueron. Yo no me atrevo a confirmar ni a desmentir ninguna presencia.

"Ahora vamos a ser país invitado especial en la Feria Internacional del Libro de Sharjah y vendrá el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta"

Pero vendrá una alta representación.

Altísima representación. Vendrán también ministros y habrá un programa de contactos de muy alto nivel. Y quiero decir una cosa: nos fijamos a veces solo en los ministros y secretarios de Estado. A mí me importan mucho las relaciones que se generan en otro nivel, y en esta línea tengo varias visitas de trabajo para asistir a eventos y tratar con personalidades. Va a venir el director general del CDTI español, ahora que estamos desarrollando la creación de un centro de la certificación para la aeronavegabilidad del proyecto de avión de combate. Esas visitas van generando el tejido sobre el que construir las visitas de alto nivel.

Son las que tienen que poner los cimientos.

Así es. Y de esas se producen muchas y se van a seguir produciendo.

¿Qué perspectivas ve para el Pabellón de España en Expo 2020 Dubai?

La Expo es una iniciativa admirable. Todos debemos rendir un homenaje a Emiratos por la visión y el liderazgo que ha demostrado. El Pabellón de España es una obra milagrosa. Lo más llamativo es que hemos sido capaces de conjugar un concepto arquitectónico muy impactante. Aquí gusta la arquitectura española. Tengo que recordar que el arquitecto del Pabellón de Emiratos Árabes es Santiago Calatrava, y también del de Qatar. En el Pabellón español quince empresas españolas de primerísimo nivel han contribuido con sus productos, sus diseños, sus soluciones en sostenibilidad, energía, gastronomía y otras. Se ha conjugado muy bien la tradición cultural española y esa vinculación con el mundo árabe. Y, a diferencia de otros que siguen preguntándose por pasados históricos y la repercusión que tuvieron, nosotros estamos muy orgullosos de nuestro pasado árabe.

“A diferencia de otros que siguen preguntándose por pasados históricos y la repercusión que tuvieron, nosotros estamos muy orgullosos de nuestro pasado árabe”

A veces parece que se borra de nuestra historia.

Para nosotros, está muy presente y lo mostramos en el pabellón. Hay una peonza en la que están grabadas palabras en árabe y español, que son similares. Los visitantes escucharán cómo se pronuncian en árabe y en español. Es muy rica la herencia que tenemos.

Además el Pabellón también actualiza las “torres del viento”, que es el sistema de aire acondicionado que se usaba en tiempos pretéritos.

Se llama el “efecto Venturi”. Es un principio arquitectónico muy sabio, porque consigue una regulación térmica más favorable. El Pabellón de España es un tránsito a través de la historia y sus vínculos culturales. El “Bosque de la inteligencia” es un prodigio en tecnología para la sostenibilidad.

El español es un pabellón referente.

Es impactante el efecto de los conos y pregunté por qué no había más. Y es que nos quedamos sin espacio.

“Las empresas españolas están presentes en Emiratos Árabes en todos los ámbitos, desde los combustibles, la logística, los transportes o la energía hasta el turismo, las finanzas o la medicina”

En relación con la economía, en Emiratos Árabes hay empresas españolas que desarrollan un importantísimo papel.

Lo más importante es que hay empresas españolas de todos los tamaños y niveles. Y todas con voluntad de permanencia. Saben que han venido para quedarse. Hay que invertir en la relación humana y mostrar lealtad, compromiso y nuestra calidad del trabajo. Hoy he tenido una entrevista con un ministro de Estado encargado de la Diplomacia Económica y recordaba el prestigio de las empresas españolas por la calidad de su trabajo. La impresión es que iremos a más. Este país tiene grandes proyectos para los siguientes cincuenta años. Y están en todos los ámbitos, desde los combustibles, la logística, los transportes, la energía o el turismo a las finanzas y la medicina. En todos esos sectores tenemos empresas españolas. Y en algunos sectores con enorme prestigio. Por ejemplo, el sector de la salud. Quirón me contaba hace poco la cantidad de pacientes de Emiratos que recibían en Barcelona para tratamientos.

La prueba es la clínica que va a abrir Barraquer.

Barraquer, Asisa y Quirón. Estoy deseando que se ponga en marcha. Va a ser un punto de prestigio. Estamos en todos los ámbitos: decoración, arquitectura, agua, energía.

¿Cuáles son sus perspectivas desde el punto de vista del reto personal?

El reto personal es llegar a conocer bien a la comunidad española y que sepan que estamos a su servicio. Y profundizar en las relaciones con Emiratos en todos los ámbitos, fundamentalmente el económico. Soy un firme convencido de que las empresas son creadoras de riqueza, empleo, oportunidades y la ventana de España al mundo. Ayudar al intercambio cultural. Y a comprender mejor la posición que Emiratos quiere tener en el mundo. Esa es la ambición que tengo como embajador. Y aspiro también a ser feliz.

“El Pabellón de España en Expo Dubai conjuga un concepto arquitectónico muy impactante”
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