jueves. 25.04.2024

Una madre india de tres hijos que trabajaba como empleada doméstica en EAU declaró que fue golpeada por un agente y que trabajó horas inhumanas sin que le pagaran. Veerammal Radhakrishnan, de 28 años, huyó de una casa en el emiratos de Ajman con lo puesto a la Embajada india en Abu Dhabi esta semana.

"No podía dormir porque había mucho trabajo", explicó llorando Radhakrishnan al diario The National. “Vine a ganar dinero para mis hijos porque mi esposo está sin trabajo. Ahora quiero irme a casa". La joven era una trabajadora agrícola del estado de Tamil Nadu, en el sur de la India, y su historia es similar a la de cientos de empleadas fugitivas. Muchas son atraídas a Emiratos Árabes Unidos por reclutadores sin escrúpulos con promesas de altos salarios.

Un equipo de mujeres en la Embajada de la India tiene la tarea de cuidar a estas víctimas y avisar a la familia. Usando la información que obtienen de los trabajadores domésticos que buscan refugio, el equipo alerta a la policía india sobre redes que operan desde ciudades y pueblos. Su objetivo es proteger a otras personas de ser engañadas por bandas de reclutamiento criminal. También trabajan con la policía en Emiratos Árabes Unidos identificando a los agentes que son residentes en este país, gracias a los nombres y ubicaciones de las mujeres.

Los indios constituyen el grupo de expatriados más grande en Emiratos Árabes Unidos con una cifra de unos 3,3 millones de personas. La Embajada y el Consulado de la India en Emiratos Árabes Unidos han repatriado a 434 mujeres en dificultades en los últimos dos años. Casi todas eran ayudantes domésticas fugitivas.

En la Embajada, una distraída Radhakrishnan requería frecuentes garantías de que estaba a salvo y no sería devuelta al agente. Llegó a EAU hace siete meses con el sueño de un futuro brillante para su familia golpeada por la pobreza. Le prometieron un buen sueldo como cocinera en Dubai. Aconsejada por la reclutadora que viajó con ella,  Radhakrishnan vino con una visa de turista y le dijo a las autoridades de inmigración en los aeropuertos de Nueva Delhi y Dubai que se quedaría con un pariente.

El agente luego la envió a numerosas casas en Emiratos Árabes Unidos para cocinar, limpiar y planchar. A ella solo le han pagado 900 dirhams, su pasaporte fue retenido por la agente, y se quedó con parte del dinero alegando que era para el pago de boletos de avión y gastos de visa. Bajo la ley de EAU es ilegal retener el pasaporte de un empleado o pedirle que pague cualquier parte de los costos de su visa.

Sin saber hasta qué punto estaba siendo explotada, Radhakrishnan tuvo que trabajar arduamente, unas 15 horas diarias en un "buen día". "En una casa en Sharjah tuve que trabajar desde las 15.00 horas a las 12 de la mañana del día siguiente". También fue repetidamente golpeada por la agente.

En casos anteriores, las trabajadoras denunciaron que vivían en gran número en cuartos pequeños. En el caso de Radhakrishnan, sus movimientos fueron vigilados constantemente y rara vez se le permitió salir sola. Este martes, se fugó de sus empleados cuando pidió acudir a un supermercado de Ajman.

Un taxista local accedió a llevarla a Abu Dhabi por 100 dirhams que había logrado salvar. "Tuve una oportunidad. No sospecharon que me escaparía porque no llevaba nada, ni bolsa, ni ropa", explicó. El personal de la Embajada ahora está trabajando para que Radhakrishnan regrese a casa de manera segura. Para ejercer presión sobre los agentes ilegales en la India, el equipo de la Embajada trabaja con la policía en la ciudad natal de las mujeres para que los reclutadores paguen la tarifa aérea de regreso. El equipo también utiliza las redes sociales y alerta en los aeropuertos desde donde salen las mujeres para que el público en general sepa de las estafas de inmigración.

En virtud de una ley establecida para proteger a los trabajadores domésticos emitida en 2017, los turnos no deben exceder las 12 horas del día, con 30 días de vacaciones anuales pagadas y con un día libre por semana. Los agentes de empleo ilegal eluden las reglas al traer mujeres al país con visas de visita. Las mujeres a menudo no hablan inglés, árabe o hindi, están demasiado asustadas para quejarse y desconocen sus derechos o dónde acudir.

Trabajadoras atraídas a EAU por una agencia hablan de abuso y horas inhumanas
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