viernes. 19.04.2024

Las corridas de toros son un evento semanal cerca de la playa en Fujairah, situado la costa este de Emiratos Árabes Unidos. Los organizadores admiten que el espectáculo es peligroso, pero insisten en que es respetuoso con los animales y se aseguran de que el toro no muera.

Según informa el diario Khaleej Times, los orígenes del espectáculo taurino en EAU se encuentran en los colonizadores portugueses del siglo XVI que introdujeron las corridas de toros en el Golfo. La versión de Fujairah enfrenta a dos toros uno contra el otro en lugar del hombre contra la bestia. Los espectadores no pueden realizar apuestas ya que la tradición islámica y las leyes de Emiratos las prohíben.

La lucha dura sólo unos minutos y termina cuando uno de los toros abandona o es empujado hacia atrás por su rival. La acción se anima por un comentarista con altavoces. A su palabra, más de una docena de manipuladores descalzos utilizan cuerdas para tirar de los toros y separarlos antes de que comience la próxima pelea. 

Antes del enfrentamiento entre los dos bravos animales, una alarma suena en el aire. El sonido se conoce como "Al-Wannan" y es una forma de aumentar la emoción. A pesar de las altas temperaturas, las familias locales y los turistas se reúnen alrededor de la plaza de toros vallada. Algunos se sientan encima de todo terrenos, bebiendo zumo.

Alrededor de 80 toros participan en un espectáculo de horas de duración. El toro ganador de cada ronda es elegido por un comité de jueces formados de ocho ancianos locales. No hay premios en metálico para los propietarios. Pero el valor de un toro ganador puede disparar su precio, que atrae a los comerciantes, algunos de los cuales provienen de Omán, donde la práctica es aún más popular.

"Cuando un toro es bueno su precio puede alcanzar los 600.000 dirhams," dijo Hamad al-Matrushi, un miembro del comité de ancianos y propietario de toros. "El precio nunca baja de los 80.000 dirhams", subrayó.

Esta forma de las corridas de toros, conocida en árabe como al-munatahat Thiran, tiene sus propias tradiciones. El "traje de luces", la ropa de colores brillantes que distingue a los matadores españoles, se sustituye por la bata blanca tradicional usada por los beduinos y conocida localmente como dishdasha.

Matrushi señaló otra diferencia con la versión española. "No se puede maltratar al animal o torturarlo. Aquí somos misericordiosos y le proporcionamos tratamiento médico si lo necesita".

Mohammed Abdullah, de 30 años y empleado del gobierno, tiene una ganadería de 15 toros. "Les damos la mejor alimentación y nutrición con proteínas y vitaminas, valorada en unos 10.000 drihams al mes".

No existe un sistema de categorías por peso de los toros, que pueden luchar desde los dos años hasta que se retiran al campo o se regalan. Las razas Jersey y Holstein son los más populares. El campeón de Fujairah se llama Reyla, y siempre gana. El animal atrae a los aficionados que cruzan la frontera desde Omán para verlo combatir.

"Viene con su propio club de fans", dijo Abdullah, el propietario del famoso toro, al que le han ofrecido 300.000 dirhams en efectivo, pero se niega a venderlo.

Las corridas de toros de Fujairah
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