"«No toques. Geles, no toques». Supongo que al llegar a la región del Golfo me comportaba de un modo rígido. Si le sumamos mi dificultad con el inglés, mi conducta debió de resultar de lo más torpe. Pero eso sí, yo no tocaba"
"Ese sol implacable de Oriente Medio se despertaba todos los días antes que yo. Incluso hubo una época en la que me levantaba a las cinco y media y nadaba antes de ir a la oficina"
"No me planteaba la idea de quedarme aquí. Me entristecía pensar en no regresar a Oriente Medio. No volver al desierto tantas veces como quisiera. No hablar inglés y escuchar árabe a diario"
"Durante algo más de cuatro meses al año nos creamos un sistema de burbujas refrigeradas: casa, coche, oficina y centro comercial. Y así transcurren los días. Encerrados"
"Y aquí comienza -para mí- el espectáculo. Giras la cabeza a la derecha y a la señora solo se le ven los ojos. A su lado, esas dos chicas borrachas que enseñan todo lo mostrable, e incluso, más"
"Observamos la blancura apabullante de sus fachadas, la elegancia de las cúpulas, la presencia de sus minaretes, las arcadas tan rítmicas del perímetro y el dorado que enriquecía ciertas piezas con sutileza
"Leyendas aparte, los árabes tienen un concepto muy laxo de lo que para nosotros es la puntualidad. Quizá todos no, pero aproximadamente sí un noventa y nueve por ciento"
"Tras una temporada sin problemas financieros, pero vendiendo a diario mis horas en el Golfo, ahora me encuentro con esta maravilla que consiste en vivir sin prisa y en tener todo el tiempo para mí"