viernes. 19.04.2024

La "inimaginablemente rica" heredera saudí (en la foto de la noticia), que perdió 2 millones de libras ($ 3,3 millones) en una noche de juegos de azar en un casino de Londres ha sido ridiculizada por un juez del Tribunal Supremo del Reino Unido y condenada al pago de todo lo que debía, según informan los medios de comunicación británicos.

Noora Abdullah Mahawish Al Daher, la hija de un rico saudí y casada en la actualidad con el ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Sayyid Badr bin Hamad bin Hamood Al Busaidi, fue demandada por el Piccadilly Casino del Hotel Ritz de Londres, tras descubrir que utilizó para sus perdidas en las cartas un total de un millón de euros ($ 1,66 millón) en cheques sin fondos.

Al Daher, de 47 años, lanzó una contrademanda con el argumento de que el personal erróneamente le permitió apostar a crédito y que no tuvo en cuenta que era una adicta a los juegos de azar.

Pero el juez del Tribunal Superior del Reino Unido Anthony Seys Llewellyn desechó su caso, diciendo que era totalmente responsable de sus acciones, según ha informado el Daily Mail.

El Juez Llewellyn aseguró que la pérdida económica no era ninguna catástrofe para la "Princesa Nora", como se la conoce, que su riqueza es tan extrema mantuvo seis millones de libras en su cuenta mientras asegura que necesitaba dinero "para pagar gastos de los niños".

El tribunal tuvo conocimiento de que dos meses después de sus pérdidas en Londres ella y su familia se jugaron otros 3 millones de libras en Las Vegas.

"La señora Al Daher es una mujer de una riqueza inimaginable para una persona común y corriente", declaró el juez Llewellyn.

"Las enormes sumas que jugaba y las enormes pérdidas que sufrió estaban dentro de sus posibilidades", dijo.

Al Daher perdió en apenas unas horas su límite de £ 1.700.000 en el juego de cartas Punto Banco, un tipo de bacará, en el casino Piccadilly el 3 de abril de 2012.

A petición suya, el límite se extendió hasta 2 millones de libras, pero también perdió esa suma, publicó el Daily Mail.

Durante el caso, Al Daher argumentó que había sido "vulnerable" y adicta a los juegos de azar desde 1999, y que el personal del casino era el culpable por haber "alentado positivamente" a que ella siguiera jugando cuando llegó a su límite.

"Siempre pensé que estaba bajo control y que podría parar cuando quisiera pero necesitaba a alguien esa noche para decirme que dejara de jugar", afirmó.

Pero el juez Llewellyn aseguró que no había dado ninguna señal de que su juego estaba fuera de control y que no se presentó ninguna prueba médica o psiquiátrica para demostrar que era una adicta a los juegos de azar.

La princesa había sido una habitual en el casino en el pasado. "Ella no mostró signos de angustia, irritación, ira o pérdida de control esa noche", asegura el juez Llewellyn en su veredicto.

Llama especialmente la atención que ella y su familia se jugaran cinco millones de dólares en Las Vegas en junio, entre dos y tres meses más tarde de la pérdida de Londres.

"La escala de la riqueza es una característica ineludible de este caso, como es el hecho de que, para los que tienen los medios para hacerlo, puede ser aceptable o incluso agradable", explicó el juez.

Rechazó las afirmaciones de que a la señora Al Daher le habían dado crédito en incumplimiento de las normas de juego.

Al Daher, quien vive en la capital de Omán, Muscat, fue condenada a pagar el £ 1.000.000 que le debía al casino, más los intereses.

La mujer del ministro de Omán, condenada a pagar su deuda de juego al Hotel Ritz de...
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