jueves. 28.03.2024

Durante más de tres años, se libra una guerra insoportable en Yemen para restringir la influencia de la milicia hutí, apoyada por Irán, que tiene ambiciones obstinadas de extender su control sobre el país. La Coalición Árabe, capitaneada por Arabia Saudita, que encabeza la guerra contra los hutíes, está decidida a no permitir que esto suceda. Cree que detener a los hutíes militarmente es necesario para presionarlos con el fin de entablar negociaciones políticas. Hasta entonces, la guerra continuará con furia, explicaron los analistas.

"Si la Coalición liderada por Arabia Saudita no hubiese organizado la Operación Tormenta Decisiva en Yemen, los hutíes habrían controlado todo el país", dijo Mohammad Izz Al Arab, analista e investigador especializado en Yemen y asuntos árabes en Al Ahram Strategic Studies Center. "El objetivo de la guerra contra los hutíes es reducir su influencia", explicó al diario Gulf News.

El deterioro de la situación en Yemen se remonta a 2011, cuando los yemeníes, alentados por la "Primavera Árabe" en otros países árabes, se sublevaron contra el difunto presidente Ali Abdullah Saleh. Antes de que finalizara ese año, Saleh aceptó entregar el poder a su segundo, Abd Rabbo Mansour Hadi. La entrega del poder después de 33 años en el cargo al actual presidente se produjo como parte de un acuerdo preparado por los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Árabe (AGCC) y elaborado por el ex enviado de la ONU a Yemen, Jamal Bin Omar. Hadi fue nombrado presidente yemení en febrero de 2012. Dos años más tarde, estallaron protestas contra el Gobierno por el aumento de los precios del combustible en agosto de 2014, muchos de los cuales eran hutíes.

En septiembre, los hutíes tomaron el control de la mayor parte de la capital del país, Saná y rechazaron un borrador de constitución propuesto por el Gobierno y pusieron a Hadi bajo arresto domiciliario. En febrero de 2015, Hadi logró escapar y huir a Adén en el sur de Yemen. Mientras tanto, los hutíes formaron un consejo presidencial en la capital. Poco después, los hutíesi, con el apoyo de Irán, comenzaron a marchar hacia Adén, donde Hadi había establecido una sede gubernamental temporal para su Gobierno derrocado pero internacionalmente reconocido. Entonces huyó a Arabia Saudita y en marzo de 2015, el Reino formó una Coalición de países árabes para intervenir en la guerra a fin de restaurar el Gobierno de Hadi.

Los líderes de la Coalición aseguran que esta fue una elección existencial ya que Riad no podía tolerar un régimen respaldado por Irán en su patio trasero y darle mayor influencia en toda la región. Si bien la intervención ayudó a los yemeníes a recuperar casi el 85 por ciento del territorio perdido ante los rebeldes, todavía los principales centros de población siguen bajo el control hutí. "Personalmente, no esperaba que la guerra durara tanto. Hay muchas razones para la prolongación del conflicto: algunos factores no se estudiaron a fondo", manifestó Mahmoud Azani, un político y académico yemení con sede en el Reino Unido.

Los hutíes, que entraron en una alianza incómoda con Saleh, el antiguo presidente, después de que ayudaran a derrocarlo, tuvieron acceso a un ejército bien entrenado, detalló Azani. La alianza inestable duró casi tres años antes de que lo asesinaran el 4 de diciembre de 2017 después de que sospecharan que estaba listo para cambiar de bando y respaldar a la Coalición Árabe.

La segunda razón por la cual el conflicto ha durado tanto, explicó Azani, es que los hutíes tenían acceso continuo a armas de contrabando iraní. A pesar del hecho de que muchos puertos fueron asegurados por las fuerzas yemeníes respaldadas por la Coalición, las armas continuaron llegando a través de varios puntos de entrada. La Coalición Árabe acusó repetidamente a Irán de armar a los hutíes en violación de un embargo de armas internacional y de resoluciones de la ONU. La última ofensiva, encaminada a liberar la ciudad portuaria de Hodeida, en el Mar Rojo, fue lanzada por la Coalición el 13 de junio. El puerto es crucial para sostener los esfuerzos bélicos de los hutíes y la Coalición cree que capturar la ciudad inclinará la balanza de la guerra a su favor.

"La liberación de Hodeida es esencial. Estamos decididos a terminar esta guerra. Nuestra prioridad es la retirada pacífica de los hutíes de la ciudad y el puerto", declaró el ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash. Emiratos Árabes Unidos es un socio importante en la Coalición y ha estado excepcionalmente involucrado en la actual ofensiva de Hodeida. "Asegurar a Hodeida es un paso esencial hacia una conclusión política", agregó Gargash.

Además de poner fin a la guerra de Yemen, la Coalición también quiere enviar un mensaje a Irán, que ha extendido sus tentáculos por Siria, Irak y el Líbano respaldando a los representantes chiítas allí, subrayó Izz Al Arab.

 ¿QIÉNES SON LOS INVOLUCRADOS EN LA GUERRA DE YEMEN

 Los hutíes: A fines de la década de 1990, la familia Al Houthi en el extremo norte de Yemen estableció un movimiento de reavivamiento religioso de la secta Zaydi del Islam chiita, que una vez gobernó Yemen, pero que había sido marginada. A medida que crecía la fricción con el gobierno, libraron una serie de guerras de guerrillas con el ejército nacional y un breve conflicto fronterizo con Arabia Saudita. También construyeron lazos con Irán.

Leales de Ali Abdullah Saleh: Ali Abdullah Saleh tomó el poder en el norte de Yemen en 1978 y después de la unificación con el sur en 1990 siguió como presidente. Se unió a los cabecillas de poder tribales para dominar el país, colocando a sus hombres del clan en posiciones clave en el ejército y la economía, lo que provocó acusaciones de corrupción masiva. Cuando los antiguos aliados lo abandonaron durante la Primavera Árabe, forzándolo a dejar el poder, Saleh interrumpió la transición política y se unió a sus antiguos enemigos, los hutíes ayudándoles a apoderarse de Saná. A pesar de sus diferencias, gobernaron gran parte de Yemen hasta el año pasado.

Luego, Saleh vio la posibilidad de recuperar el poder para su familia al alejarse de los hutíes, pero fue asesinado antes de que eso pudiera suceder. Cuando Saleh cambió de bando, también lo hicieron algunos comandantes y tropas leales a él. Ahora están luchando contra sus antiguos aliados los hutíes bajo el hijo del difunto presidente, Ahmad, un general del ejército vinculado con EAU.

El presidente yemení Abd Rabbo Mansour Hadi: Un general en el sur de Yemen antes de la unificación, Hadi se puso del lado de Saleh durante la breve guerra civil de 1994. Después de derrotar a los separatistas, Saleh nombró vicepresidente a Hadi. Cuando Saleh fue expulsado del poder, Hadi fue elegido para un mandato de dos años en 2012 para supervisar una transición a la democracia con una nueva constitución y nuevas elecciones programadas para 2014. Los hutíes rechazaron la nueva constitución y las elecciones fueron archivadas.

Seperatistas del sur: Después de la independencia de Gran Bretaña, el sur de Yemen se convirtió en el único país comunista en el Medio Oriente, pero sufrió constantes luchas internas. Debilitado por eso y el colapso de la Unión Soviética, se unificó con Yemen del Norte de Saleh en 1990. Cuando quedó claro que la mayoría del poder estaba en manos del norte, el antiguo liderazgo del sur intentó volver a separarse en 1994, pero fue vencido rápidamente por el ejército de Saleh. Muchos sureños se han quejado de una creciente marginación económica y política. El movimiento separatista del sur ha permanecido dividido internamente, pero es una fuerza poderosa en todo el sur del Yemen y ha proporcionado muchos de los combatientes contra los hutíes. 

La Coalición Árabe: Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos son los principales participantes en la alianza, que también incluye a Sudán, y todos tienen soldados en el terreno. Kuwait, Bahréin y Egipto están involucrados en capacidades menores. La coalición cree que enfrentar la intromisión iraní en la región, particularmente en Yemen, es un asunto existencial.

¿Por qué la guerra en Yemen?
Comentarios