viernes. 19.04.2024

Los recientes ataques de drones contra instalaciones petroleras sauditas, reivindicados por los rebeldes yemeníes hutíes, reavivan el temor de atentados cometidos con estos pequeños aparatos sin piloto, contra los cuales todavía no existe ninguna defensa eficaz. 

En enero, los servicios antiterroristas del mundo entero se pusieron en alerta cuando los mismos rebeldes lograron detonar un dron cargado de explosivos sobre una tribuna durante un desfile en una base aérea yemení, matando a ocho militares progubernamentales, entre ellos el jefe del estado mayor adjunto.

"Es la amenaza asimétrica por excelencia: por un lado, un dispositivo pequeño y simple, fácil de fabricar y de usar; y, por otro lado, para luchar en contra, un dispositivo enorme. Es casi misión imposible", declaró a la agencia de noticias AFP el exjefe de un servicio francés de inteligencia, que desea conservar el anonimato. 

Muchas empresas, en los países más avanzados, trabajan en desarrollar defensas, pero por ahora ninguna ha resultado eficaz, frente a aparatos furtivos, pequeños, difíciles de localizar y aún más de eliminar. "Hay defensas emergentes", añade la misma fuente. "Existen dispositivos antidrones, pero solo son eficaces a corta distancia. Sabemos proteger algunas zonas bien precisas, por ejemplo, las centrales nucleares, los Campos Elíseos, el 14 de julio [fiesta nacional francesa], el palacio del Elíseo."

"Se puede interrumpir o cortar la comunicación entre el dron y su piloto, si la hay", añade. "Si no, si el dron está programado para explotar cuando llega a un punto GPS, no se puede hacer mucho. Hay que poder detectarlo e intentar descenderlo con medios tradicionales: disparando. Pero hay que verlo y tener tiempo para disparar. No es fácil."

Un alto oficial del ejército francés, que también pidió no ser identificado, precisa: "Hay una gran imaginación en marcha en Oriente Medio y en el Golfo. Actualmente grupos no estatales y Estados, que quieren diferenciarse de los grandes ejércitos que operan en la región, usan ampliamente la innovación. Durante años pensamos que teníamos una ventaja tecnológica, pero la vemos reducirse".

Los artificieros del grupo yihadista Daesh, cuando podían trabajar tranquilamente en los talleres de su "emirato" autoproclamado en Siria y en Irak, desarrollaron, con drones comerciales modificados, máquinas de matar capaces de lanzar granadas sobre sus objetivos con una precisión a veces sorprendente. Las imágenes, difundidas en internet, de las cámaras a bordo de obuses o de granadas cayendo sobre los blindados o los soldados del ejército iraquí o las milicias kurdas anti-Daesh tuvieron un efecto devastador. "No hay medidas universales contra esto", admitió el mismo exjefe de un servicio de inteligencia.

Este precedente es preocupante especialmente porque algunos expertos en drones del Daesh eran occidentales, algunos de los cuales se esfumaron después de su caída en algunos territorios que controlaba, y es posible que regresen a sus países de origen sin ser detectados.

El experto Paul Guermonprez, autor del libro "Les drones débarquent" ("Llegan los drones"), recuerda que "los precursores fueron los [misiles] V2 alemanes durante la Segunda Guerra Mundial: tenían una dirección, una distancia, y al cabo de un momento caían y explotaban. Sin sistema de radio que interceptar. Es rústico pero muy eficaz". En la lista de las defensas que se están estudiando, los expertos citan: drones "asesinos de drones", que se acercan al dron agresor y lo capturan con una red; sistemas de radares a bordo de drones encargados de detectar sus objetivos lo antes posible; haces láser para destruir o dañar los drones agresores a distancia. El uso de águilas para capturarlos, técnica que nació en Holanda, no dio por ahora los resultados esperados.

Ataques en el Golfo Arábigo reavivan el temor por los "drones asesinos"
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