viernes. 29.03.2024

A principios del mes de septiembre de 2015, hace cuatro años, 45 militares de las Fuerzas Armadas de EAU murieron después de un ataque con cohetes en Yemen. Fue un duro golpe que cayó fuertemente sobre las familias en todos los rincones de Emiratos. También golpeó el alma de la nación y sirvió como un poderoso recordatorio de que el precio de la paz a menudo es dolorosamente alto. Incluso ahora es imposible subestimar la oscuridad que se vivió ese día. El jeque Mohammed bin Rashid, vicepresidente y primer ministro de EAU y gobernante de Dubai, comentó en ese momento: "EAU ha perdido a un grupo de sus hombres más puros".

Por su parte, el jeque Mohammed bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi y vicecomandante supremo de las Fuerzas Armadas, declaró que los militares habían hecho su último sacrificio. "Son verdaderos patriotas", dijo, "que demostraron el máximo amor y lealtad a su país y nación. Nuestros mártires del deber son verdaderos modelos en nuestra historia".

Según informa la agencia de noticias oficial de Emiratos, WAM, a pesar del sufrimiento y el sacrificio sufrido en ese día oscuro, y en otros días desde entonces, EAU sigue comprometido con la misión de restablecer la paz y la seguridad en Yemen. Al hacerlo, honra un poderoso principio que sustenta la resolución de la nación: que mientras que en la guerra, los sacrificios deben hacerse inevitablemente, nunca deben ser en vano. La respuesta más significativa al ataque, y a la que Emiratos Árabes Unidos se ha adherido inquebrantable hasta el día de hoy, es la firmeza de la resolución nacional, transmitida en un mensaje simple e inequívoco a Yemen: “Estaremos hasta que se complete la misión".

Hoy, la perspectiva de paz y progreso en Yemen, por la cual tantos han luchado y dado sus vidas, se enfrenta a continuos desafíos por parte de los hutíes, la amenaza de grupos terroristas y las luchas internas en Adén. Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita están haciendo un llamamiento a las facciones en la ciudad portuaria para que dejen de lado sus diferencias y vuelvan al diálogo con el objetivo de poner fin a la insurrección de los rebeldes hutíes, un desafío en el que muchos han invertido tanto. Se teme que si no lo hacen, Yemen podría ver un resurgimiento de los grupos terroristas Daesh y Al Qaeda, que la Coalición Árabe ha trabajado tan duro para erradicar.

A pesar de las complicaciones del conflicto, la resolución de EAU, sin embargo, será inquebrantable, ya que la sensación de pérdida que se sintió ese día de septiembre permanece intacta.

Cuando se inauguró el monumento nacional Wahat Al Karama en Abu Dhabi en noviembre de 2016, con los nombres de todos aquellos que dieron su vida al servicio de su país desde 1971, marcó un punto de referencia solemne en el viaje de la nación. Hoy es un lugar para la reflexión sombría, un foco para el dolor y el orgullo en el deber realizado al servicio del país. Esos mismos valores aseguran que EAU no renuncie a su compromiso de restablecer la paz y la seguridad en Yemen.

El sacrificio de 45 mártires emiratíes en Yemen no debe ser en vano
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