El ministro de Estado de Asuntos Exteriores de EAU, Anwar Gargash, ha pedido a Turquía que retire las fuerzas de Siria al término de la reunión de emergencia de la Liga Árabe, que terminó con una declaración condenando a Ankara por su última ofensiva.
La ofensiva de Ankara es una "amenaza directa para la seguridad nacional árabe", dijo el bloque en un comunicado emitido después de una reunión de emergencia de ministros de Asuntos Exteriores en su sede en El Cairo.
La semana pasada, Turquía lanzó una ofensiva en el noreste de Siria diciendo que está luchando contra terroristas. Sin embargo, el área está bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias respaldadas por Estados Unidos, una fuerza multiétnica dirigida por grupos kurdos sirios que han estado luchando contra ISIS.
La declaración pidió "poner fin a la agresión y la retirada inmediata e incondicional de Turquía de toda la tierra de Siria".
"Desde el principio, esta agresión condujo a la muerte de personas inocentes y ciertamente dará como resultado una crisis humanitaria con miles de civiles inocentes que huyen para protegerse de los asesinatos", dijo Gargash.
Según el ministro, la acción mínima que deberían tomar los países árabes es adoptar una respuesta firme a la agresión contra cualquier país árabe que se considere como una agresión contra la seguridad nacional de todos los estados árabes.
Dijo que el asalto turco al noreste de Siria representa "una agresión flagrante contra la soberanía de un país árabe compañero y una explotación de las condiciones que ese país enfrenta actualmente en contravención de todas las leyes y normas internacionales relevantes y en un intento por desestabilizar la región".
Expresó la máxima condena de los EAU a la agresión turca en Siria como inaceptable.
"EAU considera necesario desempeñar un papel árabe activo en Siria y ser estimulados por esta agresión para tomar las medidas necesarias para enfrentar cualquier incursión contra los territorios árabes", dijo Gargash.
Varios civiles ya han muerto en el asalto turco y hay informes de un monitor de derechos humanos de que los combatientes pro-Ankara ejecutaron a nueve civiles, incluida una mujer política, Hevrin Khalaf.
