Un trayecto de 38 kilómetros, en el que un avión solo tarda nueve minutos en llegar. Por muy impresionante que pueda parecer, así ha sido, debido a un cliente de Qatar Airways que pidió a la compañía recibir su mercancía en el aeropuerto de Maastricht.
El vuelo debía realizarse desde la capital qatarí, Doha, hasta Ciudad de México, ya que el avión transportaba varias mercancías, pero uno de sus clientes insistió en que quería recibir su propia carga en el aeropuerto de Maastricht, lo cual obligaba a que el avión hiciese una parada en esa ciudad, volar durante 9 minutos hasta Lieja, y retomar el vuelo desde la ciudad belga hasta el país mexicano.
Las consecuencias medioambientales de realizar el trayecto de 9 minutos entre Maastricht y Lieja tienen una importancia considerable, debido al combustible que consume y que, por lo tanto, puede degradar el medioambiente.
Un grupo de ecologistas, hace dos semanas, protestó en el aeropuerto de Lieja, vertiendo cientos de toneladas de basura, en respuesta a este peculiar trayecto que no hizo sino sembrar una fuerte polémica.
Finalmente, y tras la presión, la compañía qatarí ha optado por cancelar este trayecto, que llegará a su fin cuando se realicen los seis últimos vuelos que ya tenían firmado en contrato.
Cora Van Nieuwenhuizen, ministra de Infraestructura holandesa, según indica NL Times, ha propuesto "prohibir vuelos de carga tan cortos".
