jueves. 28.03.2024

El brote de coronavirus en Yemen va camino de sumir al país en una nueva "catástrofe", ya que aunque el balance oficial apenas refleja 184 casos de contagio y una treintena de muertos, este dato podría ser solo "la punta del iceberg", según Médicos Sin Fronteras (MSF), responsable de la única unidad contra la Covid-19 en todo el sur del país.

El principal centro de salud al sur de Yemen en Adén recibió 173 pacientes entre el 30 de abril y el 17 de mayo, de ellos 68 han muerto.

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció en un comunicado que “muchos pacientes que llegan al centro ya tienen infecciones respiratorias lo que hace aún más difícil salvar sus vidas, muchas personas están enfermas en casa”.

Además, MSF ha advertido de que hasta el centro de Adén ha acudido un gran número de profesionales sanitarios, lo que evidenciaría que estuvieron en contacto con enfermos de coronavirus que podrían haber quedado fuera del radar oficial y, por tanto, al margen de cualquier registro.

El coronavirus amenaza, además, con provocar otras crisis paralelas, ya que algunos hospitales han cerrado o han comenzado a rechazar "cierto tipo de pacientes" porque el personal carece de equipos con los que poder protegerse. "Los efectos de este brote en la atención médica de pacientes que sufren otras enfermedades pueden ser devastadores", ha reconocido la responsable de operaciones de MSF en Yemen, Caroline Seguin.

Yemen, además de la pandemia, sufre la devastación de la guerra que ha acabado casi con toda su infraestructura de salud. 

En Saná, la capital de Yemen, un área controlada por los rebeldes hutíes solo se ha informado de cuatro casos. 

Médicos Sin Fronteras alerta de “catástrofe” por Covid-19 en Yemen
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