jueves. 28.03.2024

Aviones que transportaban prisioneros intercambiados por las partes beligerantes en Yemen despegaron de tres aeropuertos este jueves en una operación para devolver a unos 1.000 hombres a casa, informó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). 

La Coalición militar liderada por Arabia Saudita y el movimiento hutí de Yemen acordaron el mes pasado en Suiza intercambiar 1.081 prisioneros, incluidos 15 saudíes, en el mayor canje desde las conversaciones de paz en diciembre de 2018 que están estancadas desde entonces.

Dos aviones que transportaban a miembros de la Coalición liderada por Arabia Saudita liberados de la detención despegaron del aeropuerto en la capital controlada por los hutíes, Saná, según dijo un testigo a la agencia de noticias Reuters.

Uno de los aviones transportaba a detenidos saudíes y sudaneses y voló a Arabia Saudita. El otro avión voló al aeropuerto de Seiyun en la región de Hadramout controlada por el Gobierno.

Un avión que transportaba a hutíes liberados del cautiverio por la coalición partió de Seiyun, y un segundo llegó desde el aeropuerto de Abha en Arabia Saudita, dijeron fuentes y otro testigo a Reuters.

En un mensaje publicado en Twitter, el CICR aseguró más tarde que un total de cinco aviones habían despegado de Seiyun, Saná y Abha.

“Esta operación que significa tanto para tantas familias está en marcha”, dijo a Reuters Fabrizio Carboni, director regional del CICR para Oriente Medio, hablando desde el aeropuerto de Saná. "Es bastante notable porque están haciendo esto mientras el conflicto aún está activo".

Según el acuerdo, que forma parte de las medidas de fomento de la confianza destinadas a reactivar las conversaciones de paz, el grupo hutí alineado con Irán liberará a unas 400 personas, incluidos 15 soldados saudíes y cuatro sudaneses, mientras que la coalición liberará a 681 combatientes hutíes.

Yemen se ha visto envuelto en un conflicto desde que los hutíes derrocaron al Gobierno internacionalmente reconocido del poder en la capital, Saná, a fines de 2014, lo que llevó a la Coalición respaldada por Occidente a intervenir en marzo de 2015.

El conflicto, visto en la región como una guerra indirecta entre Arabia Saudita e Irán, ha estado en un punto muerto militar durante años con los hutíes controlando Saná y la mayoría de los grandes centros urbanos.

La guerra ha matado a más de 100.000 personas y ha generado lo que Naciones Unidas describe como la mayor crisis humanitaria del mundo. Con los efectos del conflicto intensificados por brotes mortales de cólera y ahora con Covid-19, unos 24 millones de yemeníes, el 80% de la población, necesita ayuda, mientras que 20 millones carecen de suficientes alimentos y acceso a agua potable, dijo Carboni.

El CICR, actuando como intermediario neutral, desplegó a más de 70 miembros del personal y voluntarios que realizaron controles médicos, suministro de equipo de protección y otras medidas para protegerse contra el riesgo de infección por corornavirus, y mantuvo entrevistas personales para asegurarse de que los detenidos deseaban ser enviados a casa.

En un comunicado, el enviado de la ONU en Yemen, Martin Griffiths, dijo que esperaba que las partes volvieran a reunirse pronto bajo los auspicios de la ONU para discutir la liberación de todos los prisioneros y detenidos relacionados con la guerra.

Las partes beligerantes en Yemen comienzan el intercambio de 1.000 prisioneros
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