viernes. 19.04.2024

La pandemia de Covid-19 ha traído un cambio en la aviación como no ha habido precedentes en la historia. Muchos trabajadores de la industria se han quedado sin trabajo, obligándolos a encontrar otras formas de vida para sacar a sus familias adelante. Y esta es una historia de varios pilotos de Qantas. 

El portal aerotelegraph.com de Australia entrevista a los que solían ser capitanes y primeros oficiales del Airbus A380 de Qantas. Esta última aeronave ha sido devastada por la pandemia. En lo que va del año, decenas de estos aviones han sido almacenados, retirados e inclusive desmantelados ya que sus altos costes operativos no resultan rentables para las aerolíneas.

En las emotivas imágenes, que puede visualizar más abajo, se observa a un primer oficial llorando al despedirse del Airbus, cuando lo voló por última vez al desierto de Mojave en California. Con lágrimas en los ojos, uno de los pilotos explica lo difícil que fue para él esta situación.

Ahora estos comandantes han tenido que dedicarse a ser conductores de transporte público en Sídney, demostrando también un profesionalismo impecable.

"Cuando se vuela un Airbus se requieren ciertas habilidades y una concentración perfecta, pero durante periodos de tiempo mucho más cortos. Al ser ahora conductores de autobús, debes de prestar atención mucho más tiempo", declaró el piloto Peter Cairns.

Australia ha impuesto una restricción de vuelo total en el mercado internacional. En lo que va del año Qantas ha retirado 11 aeronaves Airbus A380 de una flota de 12. La aeronave restante no vuela desde junio de este año y será cuestión de tiempo para que sea retirada también.

Los pilotos están agradecidos por tener un nuevo trabajo que les deja el dinero para sacar adelante a sus familias, en un momento sumamente difícil para la industria aeronáutica. Muchos esperan volver a volar, pero pasará tiempo antes de que eso suceda, ahora se concentran en brindar un servicio público diferente, pero con aspectos muy similares al de pilotear un Airbus A380.

De pilotos del A380 a conductores de autobús
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