Roberto Bautista ha protagonizado la gran sorpresa del Abierto de Australia hasta el momento después de eliminar a Juan Martín del Potro en segunda ronda. El castellonense, de 25 años y 62 de la ATP, se impuso en tres horas y 53 minutos por 4-6, 6-3, 5-7, 6-4 y 7-5 y dejó fuera de combate a uno de los grandes favoritos
Del Potro, quinto tenista del mundo, llegaba a Melbourne después de levantar el trofeo en Sidney, reforzado por los resultados y por las sensaciones. Pero enfrente se encontró a un jugador superlativo que firmó el partido de su vida. Bautista jamás había vencido a un rival con un ranking tan bajo y tampoco antes había llegado a tercera ronda en un Grand Slam.
Fue un triunfo impecable, muy merecido porque el español lo hizo todo muy bien. Se apuntó 72 golpes ganadores que le valieron para contrarrestar los 59 errores no forzados. Fue un duelo durísimo, un bombardeo tremendo en el que se impuso Bautista porque gestionó mucho mejor las situaciones de tensión en el quinto ser. Tanto que parecía un especialista en este tipo de encuentros.
Bautista, que tiene un tenis muy bonito de ver, completó una exhibición al resto. Demostró una capacidad mental fantástica y un juego muy sólido. En un jueves infernal, con las temperaturas disparadas, el castellonense dio siempre la sensación de estar muy entero, mucho más que un Del Potro que incluso se fue a la ducha entre el cuarto y el quinto set.
Con este resultado, Bautista allana, de paso, el camino de Rafa Nadal, que debía enfrentarse en cuartos de final a Juan Martín del Potro siempre y cuando se cumplieran los pronósticos. Pero en Australia no se da nada por hecho y Bautista pasa a ser el hombre del día. Se enfrentará a Benoit Paire, que derrotó a Nick Kyrgios en cinco sets.
