viernes. 29.03.2024

En el norte de Cataluña y en la frontera entre España y Francia entrena el Girona FC, un equipo que se ha afianzado en la Primera División del fútbol español.

El Girona es en parte propiedad de City Football Group, cuyo imperio está financiado por la riqueza de Abu Dhabi y China y se extiende de Nueva York a Melbourne a través de su club insignia, el Manchester City. El propósito es convertir a un club menor en un desarrollador de talento que pueda llevarse jugadores bajo las narices del poderoso Barcelona antes de despacharlos al campeón inglés o venderlos en el mercado europeo de transferencias, que mueve 5.000 millones de dólares anuales.

City Football Group posee New York City FC, clubes en Australia y Uruguay y una participación en uno en Japón. La compañía y el agente de jugadores Pere Guardiola, hermano del entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, poseen un 44,3 por ciento del Girona. Un grupo de pequeños accionistas tiene el resto.

“Quizá ya no haga falta recurrir al Barcelona”, dijo Ignacio Mas-Bagà, máximo ejecutivo del club, en su oficina del estadio recientemente ampliado del Girona con capacidad para 14.500 espectadores. “Estamos tratando de que los jugadores locales apuesten al Girona porque se puede ver un camino”, explicó a la agencia de noticias Blommberg.

En el campo de juego, los albirrojos están en la segunda temporada consecutiva de La Liga después de haber ascendido al principal campeonato por primera vez el año pasado y terminar en el décimo puesto. Entretanto, derrotaron al Real Madrid en el apogeo del enfrentamiento político entre Cataluña y el gobierno central. El Girona tratará de repetir la hazaña frente al campeón europeo este fin de semana después de empatar el primer partido de la temporada el 17 de agosto.

Tener más éxito en la cancha puede ser más difícil. El Barcelona tiene una red consagrada de equipos jóvenes que impulsaron la carrera de jugadores como los ganadores de la Copa del Mundo Sergio Busquets, Gerard Piqué y Cesc Fàbregas.

La ventaja diferencial del Girona es convencer a los jugadores jóvenes de ser parte de un proyecto.

La clave es sumar defensores, mediocampistas y delanteros que de lo contrario no tendrían oportunidades en Barcelona, dijo Rodrigo Fernández Lovelle, representante de jugadores cuyos clientes han pasado de un lado a otro en clubes como el Arsenal de Inglaterra y el Shakhtar Donetsk de Ucrania.

Un club sólo puede tener un número limitado de jugadores para cada posición de modo que siempre hay algunos disponibles, dijo. También debe haber un entorno indicado para atraerlos.

“En definitiva, lo que se necesita es buenas inversiones para tener buenos campos de juego, un buen gimnasio, buenos vestuarios, una buena academia y buenas residencias, de modo que los muchachos puedan practicar”, señaló Lovelle.

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