jueves. 28.03.2024

Mientras el deporte sigue parado por la pandemia del coronavirus, la sombra de la corrupción se alarga sobre la organización del Mundial de Fútbol de Rusia de 2018 y el de Qatar previsto para noviembre y diciembre de 2022. Una nueva acusación de soborno por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos pone en jaque a la FIFA.

La elección de la sede rusa y qatarí en 2010 ha estado rodeada de sospechas prácticamente desde su votación, pero ahora las acusaciones de la fiscalía estadounidense son directas y formales. Según la justicia americana y que ha podido conocer la agencia de noticias Reuters, los representantes de los dos países sobornaron a funcionarios del comité ejecutivo de la FIFA para que emitieran votos a favor.

Concretamente, se acusa al entonces vicepresidente de la FIFA Jack Warner de recibir cinco millones dólares mediante varias compañías fantasma para apoyar con su voto la candidatura de Rusia. Por su parte, el acusado siempre ha negado cualquier ilegalidad y actualmente se encuentra en su país natal, Trinidad y Tobago, tratando de evitar la extradición.

En cuanto a Qatar, la investigación judicial defiende que los ejecutivos de la FIFA Ricardo Teixeira de Brasil, el difunto Nicolás Leoz de Paraguay y un tercer miembro no identificado recibieron dinero a cambio de su apoyo a la candidatura qatarí. Tanto los organizadores en Rusia como en Qatar siempre han negado las acusaciones.

En 2014, la FIFA, bajo el mandato de Joseph Blatter, realizó una investigación que decretó la inocencia de los organizadores de Rusia y Qatar. En 2015, Blatter fue expulsado del organismo futbolístico a raíz del arresto de siete funcionarios de la FIFA por corrupción decretado por la justicia de Estados Unidos.

Acusan formalmente de soborno a los organizadores del Mundial de Rusia y de Qatar
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