sábado. 20.04.2024

"Yo he cometido muchos errores, los he sufrido en mis propias carnes, lo pasé muy mal, pero por fortuna puedo contarlo aquí sentado con ustedes y disfrutar de mi nieto, que tiene cuatro años; deben olvidarse de la parranda, nada de parranda". Así se confesaba Diego Armando Maradona en un inusual y sorpresivo encuentro que mantuvo en Dubai en diciembre de 2013 con un grupo de 16 futbolistas de 14 a 17 años procedentes de Colombia que visitaron Emiratos Árabes Unidos (EAU) dentro de un programa de inclusión social desarrollado por el Gobierno de su país. Un emotivo 'mea culpa' entonado a pie de césped, con pocos testigos y que sonó sincero. El astro argentino tocó tierra.

En aquel entonces, Maradona, que ha fallecido a los 60 años este miércoles 25 de noviembre de 2020, mimó a unos chicos que le miraban con los ojos como platos. No daban crédito a lo que veían. Ni en sus mejores sueños podrían haber imaginado semejante momento. La realidad del lugar del que llegaban, la ciudad colombiana de San José del Guaviare, era bien diferente: pobreza y guerrilla. Y algunos de ellos habían padecido de forma directa las consecuencias: los padres de Carlos Martín, portavoz del equipo, fueron asesinados por las FARC. Eran unos humildes campesinos.

"Yo he cometido muchos errores, los he sufrido en mis propias carnes, lo pasé muy mal, pero por fortuna puedo contarlo aquí sentado con ustedes; deben olvidarse de la parranda"

"Ojalá yo hubiera tenido la oportunidad que les han dado a ustedes", comentó Maradona con la proximidad de un padre. "Yo recuerdo que cruzaba la vía del tren y era otro mundo, y ustedes de Colombia pasan a Dubai", aseguró. "Esto deben grabárselo en la cabeza y agradecérselo al Señor, que es el único que decide; después los demás pueden decir lo que quieran, cualquier barbaridad, pero no tiene importancia".

Jóvenes futbolistas colombianos atienden impresionados las palabras de Maradona en Dubai. (R. Pérez)

Fue aún más lejos al revelarles que cuando él comenzó en lo único que pensaba era en "comprar una casa para mi madre". "Y en eso también ustedes van a encontrar la fuerza que llevan dentro y que les impulse a jugar al fútbol: la casa para la vieja; la familia siempre está ahí, cuando uno está bien, cuando uno está mal y cuando uno está peor", aseguró emocionado.

"En eso también ustedes van a encontrar la fuerza que llevan dentro y que les impulse a jugar al fútbol: en la casa para la vieja; la familia siempre está ahí, cuando uno está bien, cuando uno está mal y cuando uno está peor" 

Maradona, tras reconocer sus pecados, dijo que en aquel momento solo le pedía a Dios "poder ver jugar al fútbol" a su nieto. En este sentido, les alertó para que ellos no tropiecen en las mismas piedras y se alejen de experiencias que no aportan nada y destruyen a las personas, que den la espalda "a la parranda y a los coches". "Siempre deben saber qué es importante y qué no", subrayó, para a continuación hacerles ver que a través del fútbol pueden lograr muchas de sus metas si escogen el camino correcto e ignoran determinados cantos de sirena.

El argentino les transmitió a los jóvenes en varias ocasiones que estaba "muy contento de encontrarse entre ellos" y que él "a sus 53 años, viejo, con la rodilla rota y patadas por todos lados" se seguía sintiendo jugador de fútbol. "El jugador de fútbol no muere nunca, aunque estemos fuera de la cancha queremos meter la pelota", dijo.

Maradona alertó a los jóvenes colombianos para no tropiecen en las mismas piedras y se alejen de experiencias que no aportan nada y destruyen a las personas

Posteriormente saltó con ellos al terreno de juego y les transmitió numerosos consejos, en la dirección de impulsar el juego limpio y de equipo, y desterrar malas prácticas. Hasta llegó a dar alguna reprimenda. No perdió el tiempo. Aprovechó cada minuto.

Aquel encuentro sorpresa entre Diego Armando Maradona y los integrantes de la delegación colombiana fue posible gracias a una gestión personal del embajador de Colombia en Emiratos en el año 2013, Roberto Vélez, con su homólogo argentino por la época, Rubén Eduardo Caro. Arrojó los mejores resultados. Los dos diplomáticos se volcaron con la idea para dar a los jóvenes deportistas la alegría de su vida. Y lo lograron.

Una gran historia de Maradona en Dubai
Comentarios