viernes. 29.03.2024

La que sigue es una historia de éxito en Dubai. Auténtica, sin sucedáneos. El protagonista es Ricardo Riera, español y peruano. Llegó a Emiratos Árabes Unidos (EAU) hace nueve años para ponerse al frente del naciente restaurante Boca, situado en el Distrito Financiero de Dubai (DIFC, por sus siglas inglés). Destinaron al proyecto 14 millones de dirhams, casi cuatro millones de dólares. Logró recuperar la inversión en 27 meses. Y a día de hoy el establecimiento continúa en la cresta de la ola. Riera no tiene ni coche, algo insólito en la ciudad del Burj Khalifa. A su puesto se dirige cada día a pie desde su casa. 

"Mi trabajo es el de la persona que hace que la operación avance; Boca es la crónica de tres amigos: Omar, que es quien planifica y financia la idea; Camelia, que diseña el plan; y yo, que, en un segundo plano, hago buenamente lo posible para que todo funcione", asegura el director general del restaurante. "La responsabilidad es tan grande que si el proyecto no marcha, soy el primero en salir despedido", puntualiza.

"Crea y cree", asegura, para a continuación poner en valor un proyecto que se levantó al lado de "monstruos" como Zuma o La Petite Maison. La clave del éxito de Boca, según Riera, se encuentra en que es un establecimiento "más accesible". "Aquí puedan entrar todos a pasarlo bien, somos unos de los pocos restaurantes en DIFC que no tiene seguridad, y no la tenemos porque no la necesitamos; el cliente se siente a gusto", apunta.

"El 77 por ciento de nuestros clientes vienen al menos tres veces por semana, algo que es muy difícil de lograr en un mercado como el de Dubai donde se sitúan 11.000 restaurantes"

En Boca lo tienen todo bajo control, hasta el más mínimo dato. Realizan de forma constante estadísticas que les permiten conocer el sexo de las personas que les visitan, cuántos platos han vendido o qué cantidad de copas de vino se sirven. 

"Estos datos arrojan que el 77 por ciento de nuestros clientes vienen al menos tres veces por semana, algo que es muy difícil de lograr en un mercado como el de Dubai donde se sitúan 11.000 restaurantes". Para tomar conciencia de lo complicado de la misión, anoten que en la última década han cerrado en DIFC 62 locales. No todos triunfan.

A pesar de crisis y de pandemias, Riera es optimista de cara al futuro. Y no sólo lo apunta en relación con Boca, también porque, según adelanta, "en los próximos meses en Dubai se van a inaugurar nuevos restaurantes españoles y latinos". "La marca española y latina está muy valorada", subraya.

Hijo de peruana y español exiliado acudió a la universidad por no defraudar a su padre, pero su pasión por la restauración le viene de los tiempos, cuando él tenía 6 años, en que su madre regentaba una cafetería.

"Una vez pregunté a mi mamá por qué la gente va a los restaurantes y me contestó que la gente no quiere lavar platos y necesita amor"

"Una vez pregunté a mi mamá por qué la gente va a los restaurantes y me contestó que la gente no quiere lavar platos y necesita amor". Ahí tienen una importante clave. Y se explica: "Comida buena hay en muchos lugares, pero todos necesitamos sentirnos queridos y ese afecto es lo que intentamos transmitir en nuestro local para que el cliente vuelva, para que hable bien de nosotros y desee repetir".

Antes de que muriera su padre pudo cumplir un sueño: que lo viera como director del restaurante Botafumeiro en Barcelona. En ese momento su carrera profesional apuntaba alto, pero para llegar a ese punto había tenido que trazar un largo recorrido. De hecho incluso había trabajado limpiando el suelo en el Burguer King situado en la plaza Cataluña de la Ciudad Condal.

Ahora, tras casi una década en Emiratos Árabes, reconoce que "es mucho más formal trabajar en Dubai que en Barcelona; la diferencia entre un restaurante en Dubai y otro situado en Barcelona se halla fundamentalmente en el coste del proyecto; aquí el alquiler es de 500.000 dirhams mensuales".

Para hacer rentable el restaurante, Ricardo Riera afirma que su fórmula pasa por "apostar por precios competitivos". Algo especialmente significativo si se tiene en cuenta que Boca está localizado en una zona de 'altísimo standing'. Un primer plato está entre 35 y 40 dirhams y una copa de vino puedes tomarla desde 35 dirhams. "El valor que tiene nuestro producto es adecuado", mantiene.

"Si pasas de los dos años viviendo en Dubai es que de verdad te gusta el país"

Para sus propuestas, de tendencia mediterránea, emplean productos locales. "El pescado, las ostras, las verduras son muy buenas y estamos orgullosos de consumirlos". Otra de sus particularidades es que siempre sirven vino español. "Nos parece de mayor calidad y contamos casi con un centenar de marcas".

Y no hay que olvidar que en DIFC existe un mercado amplio y de primer nivel. El distrito es el lugar donde trabajan 17.000 personas. Alberga la bolsa de valores de Dubai, destacados bancos internacionales, compañías de seguros... "Tenemos muchos clientes que son managers de otros grandes restaurantes", revela.

El resumen es que Ricardo Riera no sólo ha triunfado y sigue haciéndolo sino que se encuentra encantado en Dubai. "Emiratos Árabes tiene 'la regla del dos': la de los dos meses y la de los dos años, cuando sobrepasas este último periodo es que de verdad te gusta el país". Y él lo sobrepasó hace siete años. Hoy, en 2021 y a las puertas de celebrarse Expo Dubai, no duda al proclamar que junto a su mujer, que es rumana y a la que conoció en Barcelona, hace bastante tiempo que decidió que Emiratos es el lugar donde quiere vivir.

Ricardo Riera, el español y peruano que protagoniza un verdadero éxito en Dubai
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