jueves. 28.03.2024

La tortuosa negociación del consorcio Al Shula -formado por 12 empresas españolas- encargado de construir el AVE a La Meca con el cliente saudí parece ir despejándose. La inauguración del tren de alta velocidad que conectará las ciudades sagradas de Medina y La Meca (450 kilómetros) tenía que haberse producido a mediados de marzo, pero la única respuesta oficial del consorcio era que el estreno por esas fechas era imposible y que se seguía discutiendo con las autoridades de Arabia Saudita.

Con la amenaza de una multa de un millón de euros al día por incumplimiento de contrato, la ausencia de noticias es total desde hace meses y sin embargo, según las informaciones recabadas por El Independiente a partir de dos fuentes conocedoras de la situación, las dos partes han llegado a un acuerdo. Concretamente, que el estreno de la operación comercial se pospone al 31 de agosto, en lo que viene a ser la tercera fecha desde que se firmó el contrato, en otoño de 2011. Se trata del contrato más caro de la historia de empresas españolas en el extranjero, con un valor que superará los 7.000 millones de euros si se incluyen los sobrecostes reconocidos.

La nueva prórroga, con la que Al Shula gana cinco meses más, no ha sido confirmada ni desmentida. Las fuentes aseguran además que tendrá lugar una reunión en Madrid esta semana entre las 12 firmas del consorcio para hablar de la operación y el mantenimiento de la alta velocidad, por lo que las conversaciones están siendo frenéticas. Recientemente ha estado de visita privada en Arabia Saudita el Rey Juan Carlos I invitado por la Casa Real de los Saud, según la agencia de noticias SPA. El padre del actual monarca Felipe VI es un gran amigo de la familia real saudí y fue fundamental a la hora de conseguir el contrato, por lo que a buen seguro habrá ayudado al consorcio a desbloquear la situación.

Inicialmente la primera fecha acordada fue el 1 de enero de 2017, pero a finales de 2016 y ante la imposibilidad de operar los trenes de alta velocidad, Al Shula consiguió una demora de 14 meses (y 150 millones extra) hasta marzo de 2018. Es decir, hasta el mes que acaba de vencer y en el que no se ha podido abrir la línea de AVE. El consorcio siempre ha sostenido que los retrasos en las obras se deben fundamentalmente a la mala praxis del consorcio de la Fase 1 (compuesto por sociedades francesas, chinas y saudíes), designado para levantar la plataforma de vía y las estaciones.

Precisamente tres de las cinco estaciones están inacabadas (Jeddah, Aeropuerto de Jeddah y La Meca), y la constructora que tenía que levantar las terminales (el Grupo Bin Laden) cayó en bancarrota en 2016. Pero estas razones no han surtido efecto con los saudíes, que a la hora de negociar son duros de roer y en los seis años y medio que dura este proyecto (llamado Al Haramain) han llegado a amenazar a las empresas españolas sin motivo con retirarles el proyecto si se incumplían los plazos. Eso sucedió en diciembre de 2014, y no fue sino un farol sin fundamento que debilitó a Al Shula a la hora de negociar. 

Arabia Saudita y el consorcio español retrasan el estreno del AVE a La Meca
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