Siete lanchas rápidas de ataque iraníes estuvieron involucradas en un encuentro inseguro en el Golfo Arábigo con el USS Firebolt durante este fin de semana. Una embarcación iraní se detuvo enfrente del barco estadounidense, reveló este martes un funcionario de Defensa de Estados Unidos.
Según publica el diario Gulf News, la provocadora maniobra, que este sábado puso al bote iraní a unos 91 metros del Firebolt, un bote patrullero costero que tiene una tripulación de unas 30 personas, fue calificado por Estados Unidos como inseguro y no profesional porque pudo haber causado una colisión, dijo el oficial.
El portavoz del Pentágono capitán Jeff Davis dijo que el buque iraní navegó directamente en frente de la USS Firebolt, obligando al barco estadounidense de 53 metros cambiar de rumbo.
El barco estadounidense trató de comunicarse con el barco iraní por radio tres veces, pero no recibió respuesta.
Se han registrado 31 encuentros inseguros con embarcaciones iraníes en el Golfo Arábigo en lo que va del año, a diferencia de los 23 registrados durante todo el 2015.
Hace menos de dos semanas, embarcaciones de la Marina de Estados Unidos fueron acosadas en el Golfo Arábigo por embarcaciones de la Guardia Revolucionaria Iraní, que llegaron a estar a 182 metros de los navíos estadounidenses. Luego de seguir procedimientos marítimos estándares, el USS Squall realizó tres disparos de advertencia para asegurar que los iraníes entendieran que debían dejar de inmediato el área.
El general Joseph Votel, del Comando Central de Estados Unidos, calificó la semana pasada la conducta de Irán como "preocupante".
"En días recientes hemos sido testigos de más actividad provocadora de embarcaciones de la Marina y la Guardia Revolucionaria Israelí. Ese tipo de comportamiento es muy preocupante y esperamos ver que las fuerzas navales de Irán actúen de una forma más profesional", dijo.
Votel cre que el comportamiento "inseguro, no profesional" es un intento de Irán de "ejercer su influencia y autoridad en la región".
Años de animosidad mutua se aliviaron cuando Washington levantó las sanciones contra Teherán en enero después de un acuerdo para frenar las ambiciones nucleares de Irán.
Pero las diferencias graves aún permanecen sobre el programa de misiles balísticos de Irán, y los conflictos en Siria e Irak.
