viernes. 19.04.2024

Un ataque con drones estadounidense en Yemen mató al principal fabricante de bombas de Al Qaeda, Ibrahim Al Asiri, que estaba detrás del plan del Día de Navidad para derribar un avión sobre Detroit y otros frustrados ataques terroristas relacionados con la aviación, confirmaron funcionarios yemeníes y un líder tribal.

El principal artífice de Al Qaeda en la Península Arábiga, el saudí Ibrahim al Asiri también conocido como Abu Saleh, murió en 2017 en Yemen, donde se había escondido durante varios años, señaló este martes a la AFP un funcionario estadounidense. "Estamos seguros de que fue asesinado a fines del año pasado", dijo el funcionario, que pidió anonimato.

Se cree que Al Asiri fabricó la bomba en la ropa interior de un nigeriano, Umar Farouk Abdulmutallab, que intentó detonar en un avión de pasajeros sobre Detroit en diciembre de 2009. También estuvo detrás de bombas escondidas en cartuchos de impresoras colocadas en aviones de carga con destino a Estados Unidos en 2010. 

Un informe de la ONU publicado la semana pasada señaló que, según los estados miembros del Consejo de Seguridad, "el experto en explosivos Ibrahim al Asiri habría sido asesinado en la segunda mitad de 2017". "Dado el rol de Al Asiri en el pasado en los ataques contra el transporte aéreo, esto representaría un serio revés para sus capacidades operativas", agregó el informe.

Ibrahim al Asiri, que estudió química e integraba varias listas de los más buscados, escapó durante años de los drones estadounidenses que intentaron eliminarlo en repetidas ocasiones.

Hace mucho tiempo había desarrollado un explosivo basado en tetranitrato de pentaeritritol (PETN), casi imposible de detectar.

De PETN estaba compuesto el dispositivo que puso en agosto de 2009 en la ropa interior de su hermano menor Abdullah, que se inmoló al acercarse al príncipe Mohamed ben Nayef, viceministro de Interior de Arabia Saudita a cargo de la lucha contra el terrorismo. Pero solo el kamikaze, cuyo cuerpo absorbió la mayor parte de la explosión, pereció en el hecho.

Estados Unidos ha considerado durante mucho tiempo a la rama yemení de Al Qaeda como su afiliada más peligrosa, en parte debido a la experiencia de Al Asiri en explosivos. Desde 2014, Estados Unidos ofrece cinco millones de dólares (18 millones de dirhams) por información que conduzca a su captura. Se cree que escapó de la muerte muchas veces en los ataques con drones estadounidenses en Yemen.

La última declaración conocida de Al Asiri fue un mensaje de audio de 2016 en el que amenazaba a Arabia Saudita y Estados Unidos después de que el reino ejecutó a 47 miembros de Al Qaeda.

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