sábado. 20.04.2024

La 40 cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), celebrada este martes en Riad, frustró las expectativas de una reconciliación entre Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin con Qatar, que no estuvo representado por su emir a pesar de que fue invitado por el Rey Salman en un gesto de apertura. Tras días de especulaciones sobre su posible participación, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, no acudió a la llamada del monarca saudí, Salman bin Abdelaziz, que buscaba un acercamiento desde la ruptura de relaciones con Doha por parte de Riad, Abu Dhabi, Manama y El Cairo, en 2017.

Finalmente, el monarca recibió este martes en Riad al enviado qatarí, el primer ministro y también titular de Interior, Abdalá bin Nasser bin Jalifa al Thani, con el que tomó café árabe y mantuvo "conversaciones de hermandad", según la televisión estatal saudí, que no ofreció más detalles sobre el contenido de esa reunión.

Oficialmente, durante la cumbre no se mencionó el conflicto que estalló hace dos años y medio, cuando Arabia Saudita, EAU, Bahréin y Egipto aislaron diplomáticamente a Qatar y le sometieron a un bloqueo comercial y de transporte, tras acusarle de apoyar el terrorismo e interferir en sus asuntos internos.

El ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, destacó en una rueda de prensa al término del encuentro de alto nivel que los países miembros "prefieren que estos asuntos estén lejos de los medios de comunicación" y que "las disputas entre los países del CCG no reducen su fortaleza y cohesión". Asimismo, señaló que "los cuatros países que boicotearon a Qatar siguen apoyando los esfuerzos del emir de Kuwait", Sabah Al Ahmad Al Yaber Al Sabah, a la hora de mediar en el conflicto, que de momento no han dado frutos.

Por su parte, el secretario general del CCG, Abdelatif al Zayani, elogió "los esfuerzos del emir de Kuwait para cerrar la brecha en las relaciones entre los países miembros" del organismo integrado por Arabia Saudí, EAU, Bahréin, Kuwait, Omán y Qatar.

Kuwait se había mostrado optimista respecto a un desbloqueo de la crisis en esta cumbre, que iba a celebrarse en EAU pero fue trasladada en el último momento a Arabia Saudita. 

Qatar, acusado de apoyar a los Hermanos Musulmanes y otros grupos islamistas no tolerados por los países moderados.

El ministro de Estado emiratí de Exteriores, Anwar Gargash, escribió en su cuenta de Twitter, que la crisis con Qatar continúa y que la ausencia del emir catarí se debe a una "estimación equivocada de la situación" por parte de sus asesores.

Asimismo, señaló que sigue siendo necesario "tratar las raíces de la crisis con Qatar", que se encuentran en una vieja enemistad debido a la cercanía de Doha con Teherán y a otros actores regionales considerados enemigos por las monarquías suníes y Egipto, como Turquía.

Como no podía ser de otra forma, el archienemigo Irán estuvo sobre la mesa, con el rey Salman que instó a los países del golfo a "unir esfuerzos" para hacer frente a las agresiones de Teherán.

"Hoy la región pasa por circunstancias y retos que requieren unir esfuerzos para afrontarlos, ya que el régimen iraní continúa sus agresiones para socavar la seguridad, la estabilidad y el apoyo al terrorismo", dijo el monarca en su discurso de apertura de la cumbre.

Aseguró también la necesidad de trabajar con la comunidad internacional para "tratar seriamente el programa nuclear, el desarrollo de misiles balísticos y asegurar las fuentes de energía y la seguridad de los pasos marítimos".

Al concluir la cumbre, Al Zayani aseveró que "cualquier agresión contra cualquier país del Consejo es una agresión contra todos los miembros de CCG".

También apeló a la comunidad internacional para que contribuya a asegurar la libertad de navegación en el Golfo y trabajar con "los países hermanos y amigos para afrontar los retos de seguridad", en primer lugar, Irán y los rebeldes hutíes de Yemen.

Cumbre de países del Golfo ve frustrada una posible reconciliación con Qatar
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