jueves. 28.03.2024

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció este lunes que Estados Unidos va a imponer las "sanciones más fuertes de la historia" contra Irán. En un discurso desde Washington, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos afirmó que Irán estará "batallando para mantener viva su economía" después de que las sanciones entren en vigor. Pompeo adelantó que trabajará estrechamente con el Pentágono y los aliados regionales "para disuadir de cualquier agresión iraní".

A principios de este mes, el presidente Donald Trump decidió retirar a Estados Unidos del histórico acuerdo nuclear con Irán firmado en 2015. Tras conocer las palabras de Pompeo, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Javad Zarif, acusó a Estados Unidos de insistir en sus "políticas fracasadas" y vaticinó que obtendrían los "mismos pobres resultados" que en el pasado. El canciller aseguró que su país trabaja con los otros firmantes del acuerdo nuclear (Reino Unido, Francia, Rusia, China, Alemania y la Unión Europea) para encontrar una solución tras la anunciada retirada estadounidense. El presidente iraní, Hassan Rohani, cuestionó el derecho de Pompeo a tomar decisiones sobre Irán y el mundo en general.

La alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, la italiana Federica Mogherini, también se mostró crítica con las palabras de Pompeo, del que dijo que no había mostrado cómo la retirada del acuerdo contribuirá a un Medio Oriente más seguro. Mogherini dijo que "no hay alternativa" al acuerdo y que la UE se mantendrá en él mientras Teherán cumpla su parte. Algunas grandes compañías europeas que comenzaron a hacer negocios en Irán después de que se levantaran las sanciones en 2015 se ven ahora amenazadas por las anunciadas por Washington.

En su primer discurso sobre política exterior como secretario de Estado, Pompeo dio a conocer el "Plan B" del gobierno para hacerle frente a Irán. Expuso 12 condiciones que Washington pide ante cualquier "nuevo acuerdo" con Teherán, incluyendo sacar todas sus fuerzas de Siria y terminar con el apoyo a los rebeldes en Yemen. Pompeo dijo que el alivio de las sanciones solo se produciría cuando el gobierno estadounidense haya visto un cambio real en las políticas de Irán.

"Aplicaremos una presión financiera sin precedentes sobre el régimen iraní", dijo. "Los líderes en Teherán no tendrán dudas sobre nuestra seriedad. Irán nunca más tendrá carta blanca para dominar Medio Oriente". Irán tendría que aceptar limitaciones más amplias no solo en sus actividades nucleares, sino también en su programa de misiles y su comportamiento en la región.

Sin duda es difícil y puede ser totalmente irreal. Para que las sanciones funcionen, deben ser integrales. La presión que provocó el acuerdo JCPOA que el presidente Trump recientemente abandonó fue de larga data y ampliamente respaldada. Ahora los aliados europeos de Washington quieren seguir con el acuerdo existente. Es poco probable que Rusia, China e India cedan a la presión de Estados Unidos. Obligar a los aliados y otros países a abandonar el comercio con Irán corre el riesgo de dañar toda una serie de relaciones diplomáticas más amplias. Los críticos pueden acusar que esta "política" es imposible y que es una cortina de humo diplomática destinada a encubrir una política cuyo objetivo fundamental es el cambio de régimen en Irán.

Tras la decisión del presidente Trump de retirar a EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán pactado en era Obama, el Tesoro de Estados Unidos dijo que las sanciones económicas no se volverían a imponer a Teherán de inmediato, sino que estarían sujetas a períodos de tres y seis meses.

Israel elogió la decisión de Trump, pero la medida de retirarse del pacto fue duramente criticada por otros países signatarios, como Francia, Alemania, el Reino Unido y Rusia. Todos ellos dijeron que van a cumplir sus compromisos en virtud del acuerdo. Algunas de las firmas más grandes de Europa se habían apresurado a hacer negocios con Irán después de que el acuerdo nuclear entrara en vigor y ahora se ven forzadas a elegir entre invertir allí o comerciar con EEUU.

El acuerdo del gigante energético francés Total, por un valor de hasta 5.000 millones de dólares, se firmó para ayudar a Irán a desarrollar el campo de gas más grande del mundo. Total ahora planea deshacer esas operaciones en noviembre a menos que Estados Unidos le conceda una exención. El acuerdo de la firma noruega Saga Energy por 3.000 millones de dólares para construir plantas de energía solar. o un acuerdo de Airbus para vender 100 aviones a IranAir, están ahora amenazados. Pompeo dejó claro que espera el respaldo de sus aliados en Europa, pero también pidió el apoyo de "Australia, Bahréin, Egipto, India, Japón, Jordania, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita, Corea del Sur y EAU".

"Damos la bienvenida a cualquier nación que esté cansada de las amenazas nucleares, el terrorismo, la proliferación de misiles y la brutalidad de un régimen que inflige caos a personas inocentes", dijo.

¿Qué se acordó en 2015?

En el llamado Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) se acordó que durante 15 años Irán limite el tamaño de su reserva de uranio enriquecido, que se usa para fabricar combustible para reactores pero también para armas nucleares, y también el número de centrifugadoras instaladas para enriquecer uranio durante 10 años.

Irán también aceptó modificar una instalación de agua pesada para que no pueda producir plutonio utilizado para una bomba. A cambio, se levantaron las sanciones impuestas por la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea que habían paralizado la economía de Irán. El acuerdo fue firmado por Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia. También se sumó Alemania. Irán insiste en que su programa nuclear es completamente pacífico y su cumplimiento con el acuerdo fue verificado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

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