El príncipe Muhammed Bin Nawaf, embajador de Arabia Saudita en el Reino Unido, reiteró que Qatar debería mejorar las relaciones con sus países vecinos y desistir de apoyar el extremismo, el terrorismo y la desestabilización regional.
Las declaraciones del príncipe Nawaf fueron una réplica a un artículo publicado en The Financial Times titulado "El asedio a Qatar no tiene sentido". El embajador saudita hizo estas declaraciones en una carta conjunta emitida por los embajadores de los cuatro estados que piden combatir el terror. Los otros tres embajadores que firmaron la carta conjunta son el jeque Fawaz Bin Mohammed Al Khalifa de Bahréin, el embajador de Emiratos Árabes Unidos, Suleiman Al-Mazrui, y el embajador de Egipto, Nasser Kamil.
"A los gobiernos de los países del cuarteto antiterrorista - Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Bahréin - no les gusta reducir a Qatar a un estado vasallo, como dice el comentario editorial. Sin embargo, intentan que Qatar respete las normas internacionales relativas a la lucha contra el terrorismo", se lee en la carta, según la Agencia de Prensa Saudita, SPA.
Los embajadores también señalaron que el jeque Tamim de Qatar hizo declaraciones a los medios tras una reunión con el presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca el 11 de abril en la que afirmó que su país no tolera a las personas que financian y respaldan el terrorismo, sin embargo, a los dos días de los comentarios del emir de Qatar, el primer ministro de Qatar asistió a una boda organizada por Abdulrahman Al-Naeimi, clasificado como un financiero del terrorismo. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también declaró que Al-Naeimi había supervisado transferencias de dos millones de dólares por mes a la red Al-Qaeda en Irak, señaló la carta.
Al-Naeimi es uno de los muchos que financian el terrorismo que regularmente realizan sus operaciones desde Qatar. Continúan moviéndose libremente y sin castigo en un claro ejemplo de apoyo sistemático a los terroristas, decía la carta, y agregaba que Qatar malversó su red de medios para respaldar y promover actos terroristas en toda la región transmitiendo las llamadas de los hutíes para lanzar ataques contra Arabia Saudita.
"Qatar afirma una cosa a las capitales occidentales, pero hace lo contrario", rezaba la carta, según publica el diario Saudi Gazette.
