Los cuatro países árabes, enfrascados en una amarga disputa con Qatar, han rechazado las mentiras del emirato del Golfo incluidas en sus demandas ante varias organizaciones internacionales, informó este viernes el periódico en línea saudí Ajel.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto han renovado en un mensaje al Consejo de Seguridad de la ONU su exigencia de que Qatar deje de apoyar a los grupos terroristas y de promover un discurso político radical en sus medios afiliados.
En junio de 2017, los cuatro países cortaron los vínculos diplomáticos y de transporte con Qatar por su apoyo a los grupos extremistas.
Los cuatro países han exigido repetidamente a Doha que cumpla con un conjunto de condiciones para poner fin al enfrentamiento. Las demandas incluyen la ruptura de los vínculos de Qatar con grupos terroristas y sus militantes, la reducción de los lazos con Irán y el cierre de Al Jazeera TV, considerada un portavoz de la prohibida Hermandad Musulmana.
Qatar ha rechazado las condiciones, diciendo que violan su soberanía.
Los delegados permanentes de los cuatro países en la ONU dirigieron un mensaje conjunto al presidente del Consejo de Seguridad, refutando las afirmaciones del delegado de Qatar.
Expresaron un "rechazo categórico a las acusaciones falsas y distorsiones de los hechos por parte del delegado de Qatar", dijeron, según Ajel.
Agregaron que las medidas tomadas por sus países, en respuesta al continuo apoyo de Qatar al terrorismo, el radicalismo y la intromisión en los asuntos internos, están en consonancia con el derecho internacional.
Los cuatro países subrayaron que todavía están abiertos a resolver políticamente la crisis con Qatar.
Sin embargo, expresaron su pesar porque, contrariamente a las afirmaciones del delegado qatarí, Doha parece estar más interesada en internacionalizar la disputa y empañar la reputación del cuarteto propagando, entre otras cosas, acusaciones falsas en foros internacionales y en redes sociales de medios.
Este comportamiento de Qatar, señalaron, junto con su apoyo a los grupos terroristas obstaculiza la resolución política de la disputa.
