viernes. 29.03.2024

Los rebeldes hutíes han pedido que Saná y sus alrededores se sometan a un estado de emergencia, argumentando que es una medida necesaria para "enfrentar al enemigo".

Abdul Hakim Al Khaiwani, viceministro del Interior de Saná, gobernada por los hutíes, pidió la acción después de que sus milicias se enfrentaran con las fuerzas leales al ex presidente Ali Abdullah Saleh, según informaron medios locales y publica el diario The National

Los dos grupos entraron en un matrimonio de conveniencia cuando los hutíes se apoderaron de Saná y trataron de expulsar al Gobierno internacionalmente reconocido en 2014.

Saleh se vio obligado a retirarse del poder en Yemen después de las protestas de la Primavera Árabe en 2011, pero mantuvo el control de secciones de  militares. Ha luchado junto a los hutíes contra las fuerzas del gobierno yemení y la coalición saudita. Sin embargo, las relaciones entre las dos partes se deterioraron el mes pasado por declaraciones en las que se acusaban mutuamente de conspirar con "el enemigo" y de establecer una paz que implicaría rendirse.

El estado de emergencia fue convocado por el viceministro del Interior este jueves y examinado por el comité judicial este domingo. Los hutíes y los partidarios de Saleh han frenado las tensiones que casi estallaron en enfrentamientos la semana pasada. Apenas unos días después de que Saleh celebrara el 35 aniversario de su partido político y los militantes hutíes mataran a uno de sus principales comandantes militares, el coronel Khaled Al Radhi, e hirieran a Ahmed Ali, hijo de Saleh.

Los hutíes argumentaron que el estado de emergencia era necesario para permitirles llevar a cabo una investigación apropiada de lo que sucedió ese día en el punto de control, llamando a los implicados "bandidos armados" que buscan desestabilizar a Saná. 

EAU se unió a la Coalición dirigida por Arabia Saudita, que intervino en la guerra en Yemen en 2015 después de que los hutíes hubieran arrasado el país. La Coalición y las fuerzas yemeníes expulsaron a los rebeldes, afines a Irán, de gran parte del sur de Yemen, pero los combates se estancaron en la provincia de Taiz y a lo largo de la costa del Mar Rojo.

La ONU afirma que más de 8.400 personas han muerto y más de 3 millones han sido desplazadas por la guerra civil en Yemen, empujando al país al borde del hambre y provocando una epidemia de cólera generalizada.

La Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud de Yemen anunciaron que el brote de cólera en el país ha infectado a 612.703 personas y ha matado 2.048 desde que comenzara en abril. Algunos distritos siguen registrando aumentos en nuevos casos. 

Sin embargo, la propagación general de la epidemia se ha desacelerado en los últimos meses, con el número diario de nuevos diagnósticos disminuyendo en unos 3.000 en los últimos días.

Los hutíes aseguran que el estado de emergencia en Saná es para "enfrentar al enemigo"
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