La Coalición Árabe liderada por Arabia Saudita en apoyo del gobierno de Yemen prefiere una amplia solución política a un alto el fuego, declaró su portavoz este lunes.
"Creo que ahora no es la cuestión hablar de un alto el fuego", explicó el general de brigada Ahmad Assiri, portavoz de la Coalición.
A última hora del domingo, un líder rebelde de hutí, Saleh Al Sammad, propuso una tregua en la frontera del país con Arabia Saudita y una amnistía para los combatientes yemeníes opuestos al grupo si el Reino cesa los ataques aéreos y levanta el bloqueo en Yemen.
"A cambio de detener la agresión contra nuestro país por tierra, mar y aire y de levantar el estado de sitio impuesto, detendremos las operaciones de combate en la frontera", reveló en un discurso Saleh Al Samad, jefe de un consejo político respaldado por los hutíes.
Durante meses, los hutíes han tomado represalias atacando a Arabia Saudita desde sus fortalezas montañosas en el norte de Yemen y han lanzado alrededor de una docena de misiles balísticos en el reino, que fueron interceptados.
Según informa el diario Gulf News, Assiri manifestó que la coalición da la bienvenida a "cualquier esfuerzo para tener una verdadera solución política" en virtud de una iniciativa de paz propuesta el mes pasado por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. Esto es preferible a un "alto el fuego corto sin ningún control, sin ningún tipo de observación", añadió el general.
Samad dijo que el grupo estaba dispuesto a perdonar a sus enemigos. "Llamamos a todos los combatientes en los diversos frentes respondan a una amnistía general y regresen al redil nacional", añadió.
Después de las conversaciones en Arabia Saudita con sus homólogos del Golfo, Kerry esbozó un plan que permite la participación de los hutíes en el Gobierno de Yemen a cambio de poner fin a la violencia y a una entrega de armas. Los hutíes están aliados con los soldados leales al ex presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh.
"Si quieren un alto el fuego, ya saben lo que tienen que hacer", puntualizó Assiri, en referencia a los términos del plan de Kerry y bajo la mediación de las Naciones Unidas. Este plan determina una retirada rebelde de las zonas incautadas incluida la capital, Saná, que han mantenido desde finales de 2014.
La Coalición intervino en marzo del año pasado después de que los rebeldes invadieran gran parte del país.
