viernes. 29.03.2024

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha negado este domingo la implicación de su país en los ataques contra la petrolera saudí Aramco y ha denunciado planes de servicios de inteligencia para "destruir la imagen" de Irán.

El portavoz de Exteriores, Abas Musaví, ha calificado en un comunicado las acusaciones de Estados Unidos sobre la responsabilidad iraní en los citados ataques de "sin sentido".

Dos refinerías saudíes de Aramco sufrieron ataques con drones este sábado que supusieron una reducción de cerca del 50% en su producción y que fueron reivindicados por los rebeldes hutíes yemeníes, que cuentan con el apoyo de Irán.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, acusó a Irán de haber lanzado "un ataque sin precedentes contra el suministro de energía del mundo", indicando que "no hay evidencias" de que esa ofensiva tenga su origen en Yemen.

Musaví ha dicho que esas "acusaciones ciegas" carecen de "un mínimo de credibilidad" y que los estadounidenses tienen tendencia a "la mentira máxima". "Este tipo de medidas se parecen más a los planes de las agencias de inteligencia para destruir la imagen de un país (Irán) con el objetivo de allanar el camino para llevar a cabo algunas acciones en el futuro", ha advertido.

El portavoz ha destacado que "los yemeníes han mostrado su resistencia" ante los bombardeos de la Coalición Árabe liderada por Arabia Saudita contra los rebeldes hutíes y en apoyo del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi. "La única vía para crear paz en la región y para acabar con ese conflicto en Yemen es parar los ataques y las violaciones de la coalición saudí", ha dicho Musaví.

Para ello, también es necesario, según el portavoz, "eliminar las ayudas políticas y armamentísticas de los países occidentales" a los miembros de esa Coalición. Buena parte de las armas que Riad usa en Yemen provienen de manos del Gobierno de Donald Trump, que ha ofrecido su apoyo inquebrantable a Arabia Saudita y con quien se ha aliado para hacer frente a Irán.

El Gobierno iraní, por su parte, asegura que su respaldo a los hutíes es solo político y de asesoramiento, pero es acusado por Estados Unidos y otros países de financiar y armar a los rebeldes.

La guerra de Yemen comenzó a finales de 2014 cuando los rebeldes se hicieron con el control de Saná y se generalizó en marzo de 2015 con la intervención de la Coalición liderada por Arabia Saudita.

Irán niega su implicación en los ataques con drones contra refinerías de saudí Aramco
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