jueves. 25.04.2024

Un funcionario militar iraní ha hecho hincapié en un comunicado en que su régimen necesita bases navales en el extranjero, como Siria y Yemen, estas declaraciones causarán más tensiones en el Golfo.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Husein Baqeri, en una reunión con los comandantes de la Fuerza Naval, ha insistido este sábado en valerse de nuevas estrategias para reforzar el poderío naval del país persa.

“Actualmente ya no funcionan los métodos clásicos. Debemos recurrir a otras estrategias para actuar de la mejor manera posible en el campo de batalla”, sostiene el general Baqeri.

De igual forma, ha destacado la importancia de equiparse con aviones no tripulados (drones) para controlar la obtención de información de inteligencia por parte del enemigo, también insiste en la necesidad de actualizar las estrategias y doctrinas militares para aumentar la capacidad disuasiva del país.

En alusión a los éxitos de la Armada iraní a la hora de repeler los ataques piratas en las aguas internacionales, ha abogado por una flotilla especial en el océano Índico, igual a la ya existente en el mar de Omán.

Un alto cargo militar persa dice que la Fuerza Naval de Irán observa constantemente los movimientos de las unidades extranjeras en las aguas internacionales.

“Necesitamos tener bases en lugares remostos. Quizá, un día tengamos bases en las costas de Yemen y Siria o en las islas, quizá tengamos plataformas flotantes”, señala el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán.

Irán, con casi 5.000 kilómetros de frontera marítima, accede directamente a las aguas internacionales, lo que lo convierte en foco de atención de los poderes hegemónicos. En los últimos años, la Fuerza Naval de Irán ha incrementado su presencia en las aguas internacionales para proteger las rutas navales y proporcionar seguridad a sus buques mercantes y petroleros.

Según informa el diario Gulf News, los Estados del Golfo se han quejado de que Irán tiene la intención de ampliar su poder e influencia más allá de sus fronteras, y han argumentado que un acuerdo nuclear firmado con las potencias mundiales el año pasado le alentaría a actuar en este tipo de amenazas.

Irán apoya y se cree que financia a milicias de orientación religiosa en Irak, Líbano y Yemen, con lo que pretende expandir su poder en los países árabes.

El sábado, el parlamento iraquí aprobó una ley muy controvertida la institucionalización de las milicias chiítas apoyadas por Irán acusados ​​de matanzas sectarias y de servir a los intereses de Irán en el país devastado por la guerra. La medida fue condenada por los políticos sunitas como parte de una "dictadura de la mayoría".

El año pasado, el primer ministro de Teherán, Ali Reza Zakani, que está cerca del líder supremo ayatolá Ali Jamenei, se jactó de que Irán controla tres capitales árabes, Bagdad, Damasco y Beirut, junto con Saná.

Irán está actualmente involucrado en los conflictos armados en Siria, Irak y Yemen.

Irán quiere bases navales en Siria y Yemen
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