jueves. 28.03.2024

Cuando Juan José Escobar (Málaga, 1961) aterrizó en Iraq en 2017 para hacerse cargo de la Embajada española, el temible grupo terrorista Daesh aún hostigaba Bagdad. En diciembre de ese mismo año cayó Mosul y las facciones yihadistas fueron perdiendo paulatinamente su capacidad operativa en todo el país. Hoy la capital iraquí es una ciudad relativamente segura, aunque el personal diplomático aún debe extremar las medidas de vigilancia en sus movimientos urbanos. Diplomático de carrera, Escobar ha sido destinado a Bulgaria, Nicaragua, Jordania, Marruecos, Buenos Aires y Palestina-Israel. Fue en Rabat donde inició una solvente trayectoria como analista en temas árabes e islámicos, cuya producción científica alcanza ya los cuarenta artículos especializados. Desde 2017 es miembro del consejo científico del Real Instituto Elcano.

17 años después del derrocamiento de Sadam Hussein, Iraq aún no ha logrado la plena estabilización del país. ¿Por qué?

Iraq es un país complejo. Ha vivido en los últimos años periodos más estables y otros menos. Desde 2003, ha tenido una historia difícil por diferentes razones: la aparición de Al Qaeda, el conflicto sunní-chií en 2006-2007 y la irrupción de Daesh. Y, cuando a partir de 2018 parecía que recuperaba la senda de la estabilidad, en octubre de 2019 las protestas de los jóvenes abrieron un nuevo periodo caracterizado por la existencia de una serie de crisis superpuestas. Por un lado, la crisis política provocada por la dimisión del primer ministro Abel Abdul Mahdi en el mes de diciembre. Por otro, el aumento de la tensión entre EEUU e Irán, con el ataque a la Embajada norteamericana y la muerte de Qasem Suleimani. Y, finalmente, la crisis económica provocada por la caída de los precios del petróleo. Hay que subrayar como dato positivo el nombramiento del primer ministro Mustafá al Kadhimi hace cuatro meses, que está adoptando medidas para encauzar el país y probablemente convocará elecciones el próximo año.

¿La división religiosa entre sunníes y chiíes se ha convertido en un obstáculo para la estabilidad del país?

Es cierto que entre 2006 y 2008 hubo un enfrentamiento civil entre ambas comunidades como consecuencia de la aparición de Al Qaida y los ataques que la organización terrorista realizó a distintos lugares sagrados chiíes, pero en la actualidad la situación ha mejorado mucho. De hecho, el sistema político está basado en la cohabitación de sus tres componentes: kurdos, sunníes y chiíes.

¿El conflicto kurdo es hoy una amenaza despejada contra la integridad territorial del país?

El referéndum por la independencia celebrado en 2017 introdujo un importante elemento de tensión entre el Gobierno central y el regional kurdo. Sin embargo, la apuesta por la independencia les salió mal. La comunidad internacional apoyó claramente el principio de la integridad territorial de Iraq y, como consecuencia del referéndum, el Gobierno iraquí decidió recuperar militarmente la región de Kirkuk, donde se encuentran las principales reservas de petróleo en el norte del país.

¿Han aprendido los iraquíes a vivir en democracia?

En cierta manera, sí. Iraq es uno de los pocos países árabes donde se celebran elecciones periódicas, existen ciertas libertades civiles y el primer ministro es elegido por el Parlamento en base a la mayoría surgida de las elecciones.

"El enorme coste humanitario que ha provocado la guerra en Siria hace pensar que nadie la ha ganado"

¿Bashar al Assad ha ganado la guerra en Siria?

El enorme coste humanitario que ha provocado la guerra hace pensar que nadie la ha ganado. Al Assad controla hoy tres cuartas partes del territorio sirio, pero sigue habiendo grandes zonas en las que el régimen no está presente. El noroeste del país está controlado por las milicias kurdas, apoyadas por EEUU; y la región de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, sigue en manos de las milicias islamistas.

¿Siria es hoy un estado fallido?

En este momento es un estado fallido. Está claro.

¿Hay alternativas democráticas al dictador de Damasco?

La oposición democrática perdió el control de la lucha armada contra el régimen casi al principio del conflicto. La mayoría se encuentra hoy en el exilio. Es posible que si hubiese un proceso de apertura política habría alternativas democráticas a Al Assad, pero me temo que con él en el poder no será posible una verdadera transición democrática.

¿Qué ha pasado con todas las fuerzas que reclamaban reformas democráticas en 2011 y que fueron el desencadenante de la guerra civil?

Las 'primaveras árabes' introdujeron un nuevo actor en la zona: jóvenes sin filiación política, que protestaban por la corrupción y la falta de oportunidades. Estos jóvenes podrían haberse convertido en un vector de democratización, pero la falta de liderazgo, la ausencia de estrategia y la incapacidad para transformar la movilización en votos provocaron el fracaso de las revueltas. Ese fue el caso en la mayoría de los países en los que se celebraron elecciones después de las protestas. En el caso de Siria, como ocurrió en Libia o Yemen, la represión del régimen radicalizó las protestas y provocó el estallido de la guerra civil. Y en medio de una guerra, no puedes tener fuerzas democráticas.

¿Ahora mismo la única alternativa a Bashar al Assad es la guerrilla islamista?

Alternativa a Al Assad ahora mismo no parece haber. No la veo en el horizonte. La guerrilla no es alternativa, desde luego.

¿Por quién están controladas las milicias hoy?

El mundo yihadista está hoy muy dividido. En Siria, sobre todo en la región de Idlib, coexisten diversas tendencias. Están el Estado Islámico, Al Qaeda y diversos grupos yihadistas que reciben el apoyo puntual de Turquía.

¿Son grupos con intereses comunes?

Tienen una misma visión ideológica del mundo, pero están peleados entre ellos.

El embajador de España en Bagdad, Juan José Escobar, asegura que aunque la situación ha mejorado en Iraq, aún debe extremar las medidas de vigilancia en sus movimientos urbanos. (EL CORREO)

¿Rusia es la nueva potencia regional en Oriente Medio?

Rusia es un actor de peso en la región. Cuando intervino en Siria en 2015 lo hizo con el convencimiento de que el régimen de Bashar Al Assad estaba a punto de colapsar. Y el sentido de la oportunidad llevó a Rusia a apoyar al general Hafter en Libia contra el primer ministro del Gobierno del acuerdo nacional. Rusia se ha aprovechado del desinterés de EEUU en la región y ha emprendido una política activa para recuperar el orgullo de épocas pasadas y asegurar su presencia militar en el Mediterráneo.

¿A Bashar al Assad lo salvó Putin?

Es probable.

¿El integrismo yihadista está en retroceso en Oriente Medio?

El islamismo yihadista está en crisis, sin duda, pero sigue siendo un actor de peso en la región y habrá que ver cómo evoluciona en el futuro. Pero está en decadencia, por supuesto.

¿Por qué cree usted que el islamismo yihadista llegó a tener amplia implantación territorial y contó con la simpatía de mucha gente joven en la última década?

La guerra civil en Siria permitió el desarrollo de una serie de grupos coordinados desde Iraq que se transformaron en lo que hoy conocemos como Daesh. El vacío de poder en Siria les permitió en el verano de 2014 conquistar el norte de Siria y casi un tercio del territorio iraquí. Se aprovecharon también de la debilidad estructural del Ejército iraquí y de la tensión en el norte de Iraq entre el Gobierno y la población civil, sobre todo en lugares como Mosul.

¿Es factible la democratización de Siria con Al Assad en el poder?

No lo creo.

"Sin duda se abre una nueva realidad en la región con el establecimiento de las relaciones entre Israel y Emiratos"

¿El Estado palestino es un proyecto viable sobre el terreno?

No cabe duda de que los últimos acontecimientos han modificado los parámetros del conflicto palestino-israelí. Desde el fracaso de la última mediación de EEUU en el año 2015 las partes no han vuelto a sentarse a negociar.

Muchos analistas indican que el reforzamiento de las colonias judías en los territorios ocupados imposibilita de facto la virtualidad de un Estado palestino. 

Es obvio.

¿Qué salida vislumbra a medio plazo?

Probablemente, la población palestina terminará demandando un estatuto similar al que tiene la población árabe de Israel.

El establecimiento de relaciones entre Israel y Emiratos, además de Bahrein, ¿abre un nuevo realineamiento en la zona?

Sin duda se abre una nueva realidad en la región.

"No creo que los países árabes que firmen acuerdos con Israel vayan a abandonar a los palestinos"

¿Cómo se quedarán los palestinos en la zona?

El liderazgo palestino tendrá que reflexionar sobre la mejor forma de enfocar la situación actual. Los palestinos siguen contando con simpatías y apoyos en muchos lugares. No creo que los países árabes que firmen acuerdos con Israel vayan a abandonar a los palestinos. Quizás puedan convencer a Israel de que la solución de los dos estados sigue siendo la mejor forma de resolver este contencioso histórico.

Para Arabia Saudí, ¿el nuevo enemigo es Irán y no Israel?

La rivalidad entre Irán y Arabia Saudí es una de las fracturas más complejas de la región y viene de largo. La política expansiva de la República Islámica en lugares como Líbano, Siria o Iraq y su programa nuclear han creado muchos problemas. Para comprender la dinámica de estas relaciones aconsejaría leer el reciente y magnífico libro de Kim Ghattas 'Black Wave', que relata la historia de los últimos 40 años de relaciones entre Irán y Arabia Saudí.

Hace dos décadas su enemigo fundamental era Israel.

Más sobre el papel que en realidad.

¿La tensión sunní-shií se produce entre gobiernos o también entre poblaciones?

Entre las poblaciones no lo creo, aunque tienen muy pocas relaciones.

El embajador Juan José Escobar es un solvente especialista sobre la realidad de Oriente Medio. (EL CORREO)

¿La semilla de las 'primaveras árabes' florecerá tarde o temprano?

Las revueltas que se producen en 2011 son el último gran terremoto que ha sacudido a la región y sus efectos siguen siendo visibles. Las movilizaciones son el producto de las dinámicas de cambio que ha experimentado el mundo árabe en las últimas décadas. La frustración de los jóvenes se ha mantenido y sus protestas volvieron con fuerza en 2019 en lugares como Sudán, Iraq, Líbano, o el propio Irán. Es muy probable que este tipo de sobresaltos vuelvan a repetirse.

¿Las 'primaveras árabes' escondían una aspiración democrática?

Hubo una aspiración democrática en los primeros compases de las revueltas. Y, de hecho, en la mayoría de los países se celebraron elecciones. Sin embargo, los manifestantes fracasaron en el intento de convertir el movimiento de protesta en una alternativa política. Los únicos que se aprovecharon fueron los partidos islamistas.

¿Cree usted que hay que contar con los partidos islamistas para cualquier salida democrática en la región?

La integración de los partidos islamistas en el sistema político del mundo árabe ha sido uno de los principales problemas políticos de la región. La guerra civil en Argelia demostró que esa integración era difícil. Solo aquellos que han sabido integrarse en el juego político, como el PJD en Marruecos o An Nahda en Túnez, han podido jugar un papel estabilizador. La clave de estos partidos es que han evolucionado hacia la aceptación del pluralismo político. El resto de partidos islamistas deberán asumir esta evolución si quieren formar parte del sistema político en la región.

¿La deriva autoritaria de Erdogan en Turquía ha dañado la imagen de un islam democrático a las puertas de Europa?

Probablemente.

"Lo que desean los jóvenes árabes es tener trabajo, montar una familia y disfrutar de la vida"

¿Si los partidos islamistas se incorporaran al juego democrático podrían tener una evolución análoga a la de los partidos demócrata cristianos en Europa?

Es posible, aunque dependerá de la propia evolución de la democracia en los países árabes y tomará su tiempo.

Si no se cuenta con una parte importante de la sensibilidad política de la sociedad árabe la democracia podría quedar coja.

Así es.

¿Qué espera de la juventud árabe?

Las sociedades árabes están cambiando. La explosión demográfica, el acceso universal a la educación, la urbanización, la reestructuración del modelo familiar o el creciente protagonismo de las mujeres son factores que han modificado la forma de pensar de los jóvenes. Lo que desean es tener trabajo, montar una familia y disfrutar de la vida. Quieren vivir en estados que funcionen y que ofrezcan oportunidades económicas para todos. Por eso es tan importante crear un nuevo contrato social y político que dé estabilidad y permita el desarrollo económico.

¿La juventud árabe es más abierta y plural que las generaciones anteriores? ¿Promoverá regímenes democráticos en el futuro?

Es lo que deseo y lo que espero. Aunque no va a ser un camino fácil.

“El islamismo yihadista está en crisis y decadencia en Oriente Medio”
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