jueves. 28.03.2024

La agenda pública de Juan Carlos I se ha reducido a lo testimonial desde que abdicó la Corona en 2014. Eso no significa, sin embargo, que haya acabado con sus viajes al extranjero: al contrario, frecuentemente se traslada a otros países en los que mantiene amigos y contactos de confianza. El rey emérito de aterrizó este miércoles en Manama, la capital de Bahréin.

No era un viaje oficial, ni un traslado anunciado en la agenda de la Familia Real que difunde la Casa del Rey. Pero, tal y como ha comprobado Monarquía Confidencial, sí recogió el viaje de Juan Carlos I la Agencia de Noticias de Bahréin (Bahrain News Agency).

A su llegada al Aeropuerto Internacional de Bahréin el padre de Felipe VI fue recibido por un príncipe de la familia del rey y por el gobernador de la provincia de Muharraq.

Al día siguiente, el jueves 23 de noviembre, don Juan Carlos desarrolló una agenda similar a la de otros viajes. En este caso no se reunió (o al menos no se informó de ello) con el rey, Hamad bin Isa Al Jalifa, con quien le une una buena relación.

Quien le cumplimentó fue el príncipe heredero, Salman bin Hamad Al Jalifa, hijo mayor del rey (ya tiene 48 años). Salman y el rey Juan Carlos hablaron de las relaciones bilaterales entre España y Bahréin, sobre algunos de los temas de interés para ambos países, y el monarca emérito le dio las gracias por su hospitalidad.

Esta visita llega seis meses después de otra visita del anterior jefe del Estado español a este reino situado en el Golfo Arábigo.Juan Carlos I estuvo allí el pasado mes de mayo, y en esa ocasión sí se reunió con el rey y también con el príncipe heredero.

Igual que en mayo, don Juan Carlos también tuvo tiempo para realizar una visita cultural en Bahréin. Esta vez se acercó al Teatro Nacional de Bahréin, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores del país y por la responsable de la Autoridad de Bahréin para la Cultura y las Antigüedades, que también hizo de “guía” en mayo.

En esta ocasión, el rey emérito conoció las actividades que organiza este teatro y que según las autoridades muestran la apertura de Bahréin al mundo y los intercambios culturales con otros países.

Siempre apoyado en el bastón negro del que ya es inseparable, Juan Carlos I utilizó en este viaje a Bahréin atuendos cómodos. Prescindió de la corbata, y optó por combinar americanas y pantalones de distintos colores y camisas blancas.

En los tres años y medio que han pasado desde que abdicara la Corona de España en su hijo Felipe, Juan Carlos I ha aprovechado para realizar numerosos viajes privados, que en muchas ocasiones le llevan a distintos puntos de España, pero también fuera del país.

Oriente Medio es un destino frecuente en estos vuelos privados del rey emérito, de los que el Palacio de la Zarzuela no informa por no ser actos oficiales. En países como Arabia Saudita, Jordania, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos don Juan Carlos mantiene buenos amigos entre los mandatarios, y aprovechando su tiempo libre viaja allí periódicamente para no perder las relaciones privilegiadas que cultivó durante décadas.

Juan Carlos I viaja a Bahréin seis meses después de su última visita
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