La Marina de Estados Unidos interceptó la semana pasada en las aguas del Golfo de Omán una embarcación que transportaba piezas para la construcción misiles avanzados y cuyo destino serían los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán, según han informado varios altos cargos del Gobierno estadounidense.
La tripulación del bote abordado por militares estadounidenses ha sido entregada a la Guardia Costera de Yemen, mientas que las partes de los misiles han quedado en posesión de las autoridades de Estados Unidos.
Los funcionarios detallaron que el destructor Forrest Sherman de la Marina de Estados Unidos estaba en una misión de rutina cuando los marineros vieron un pequeño barco de madera que no llevaba ninguna bandera de ningún Estado. La Marina y la Guardia Costera detuvieron el buque, lo abordaron y encontraron las armas durante un registro de la carga. No se reveló el número de piezas de misiles incautadas.
Se trata de la enésima confiscación que hace Washington de arsenal, que supuestamente procede de Irán, con destino al grupo insurgente hutí, que se encuentra luchando en el marco de la guerra en Yemen. Sin embargo, la sofisticación de las piezas ha llamado la atención de la Marina.
Según una resolución de la ONU, el Gobierno de Irán tiene prohibido suministrar, vender o transferir armas fuera del país a menos que lo apruebe el Consejo de Seguridad. Al mismo tiempo, esta misma organización también ha prohibido que se faciliten armas a los líderes hutíes.
Los hutíes son un grupo insurgente que ha conformado su arsenal utilizando piezas de contrabando, especialmente provenientes de Irán, y sirviéndose de experiencia extranjera y restos de armamento local.
En 2014, tras tomar la capital de Yemen, Saná, se apoderaron de las instalaciones y los abastecimientos del Ejército. Según algunas estimaciones puede haber entre 100.000 y 120.000 seguidores, entre combatientes y simpatizantes desarmados.
