El Ejército yemení anunció este miércoles que 613 combatientes rebeldes hutíes murieron y otros 1.027 resultaron heridos el pasado mes de febrero en combates con las fuerzas gubernamentales y por bombardeos de la Coalición Árabe liderada por Arabia Saudita en la provincia de Taiz, suroeste del país.
En los combates, las fuerzas gubernamentales recuperaron el control de varios pueblos situados en la carretera que comunica Taiz con la capital, Saná, según un comunicado del Ejército publicado por medios de comunicación estatales.
Según la fuente, los combates y los bombardeos de la Coalición, que apoya al Gobierno reconocido internacionalmente, causaron cuantiosos daños a los rebeldes.
Entre ellos, fueron destruidos 21 vehículos militares, catorce cañones, seis ametralladoras, seis tanques, cuatro almacenes de armas, además de dos plataformas móviles lanzadoras de cohetes Katiusha.
En el comunicado no se ofrecieron datos sobre las pérdidas en las filas de las fuerzas del Ejército yemení ni sobre víctimas civiles.
Yemen vive en guerra desde finales de 2014, cuando los rebeldes hutíes ocuparon Saná y otras provincias.
El conflicto que se recrudeció en marzo de 2015 con la intervención de la coalición militar liderada por Arabia Saudita en respaldo de Abdo Rabu Mansur Hadi, el presidente reconocido internacionalmente.
