martes. 19.03.2024

El enviado especial del secretario general de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, expresó este martes su satisfacción por el acuerdo entre el Gobierno y los rebeldes hutíes para cumplir la primera fase del plan que prevé el retiro de sus fuerzas de la ciudad portuaria de Hodeidah.

“Demuestra que las partes pueden cumplir sus compromisos de convertir las palabras en progresos tangibles sobre el terreno (...) Con el comienzo de la aplicación del Acuerdo de Hodeida, tenemos ahora la oportunidad de pasar de la lógica de la guerra a la lógica de la paz”, indicó Griffiths desde Amán, Jordania.

El acuerdo para el retiro de tropas fue alcanzado este lunes, tras dos días de reuniones entre las partes en conflicto en Yemen, las cuales “lograron importantes avances en la planificación del redespliegue”.

El redespliegue de Hodeidah es una parte clave del acuerdo de alto el fuego que se firmó en Estocolmo, Suecia, en diciembre pasado, según el cual, el Gobierno yemení y los rebeldes hutíes deben retirar sus tropas de los puertos y de la ciudad, considerada crucial para el paso de ayuda humanitaria.

Al presentar su informe al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desde Amán, Griffiths destacó la disposición de las partes por lograr un acuerdo sobre el intercambio de prisioneros, incluidas las personas detenidas arbitrariamente, las víctimas de desaparición forzosa y las que están en arresto domiciliario.

Además, el enviado de la ONU propuso iniciar un debate sobre medidas políticas y de seguridad, tras resaltar la necesidad de alcanzar una solución política a este conflicto y “empezar a hablar del futuro” de Yemen.

Por su parte, el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, consideró que las tres causas del deterioro de la situación en Yemen son el conflicto, el incumplimiento del derecho internacional humanitario y el colapso económico de mediados de 2018 en el país árabe. El funcionario precisó que de los 24 millones de habitantes de Yemen, alrededor del 80 por ciento requiere protección humanitaria, mientras que unos 20 millones necesitan ayuda para conseguir alimentos, incluidos casi 10 millones que "están a un paso de la hambruna”.

Asimismo, casi 20 millones de personas carecen de acceso a una atención sanitaria adecuada y unos 18 millones enfrentan la falta de agua limpia, mientras el rial yemení, la moneda oficial del país, sigue depreciándose.

Lowcock alertó que a este panorama se suman los problemas para financiar a las agencias humanitarias que trabajan en Yemen, así como retrasos en los visados, restricciones a la circulación, demoras de las importaciones e impedimentos burocráticos para ejercer su labor.

Ante esa situación, tanto Lowcock como Griffiths hicieron un llamado a los países miembros de la ONU para participar en la reunión de alto nivel sobre promesas de contribuciones que ha convocado el secretario general del organismo, Antonio Guterres, para el próximo 26 de febrero en Ginebra, Suiza.

La ONU espera que el acuerdo de Hodeidah permita abrir paso a la paz en Yemen
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