jueves. 28.03.2024

Los armadores tratan de reducir los riesgos de navegar en el Estrecho de Ormuz, un lugar clave geoestratégicamente porque por sus aguas pasa un tercio del crudo mundial. Recientemente, las tensiones entre Estados Unidos o sus aliados (Reino Unido y Arabia Saudita) con Irán han hecho que ese punto caliente económico se convierta en uno de los más peligrosos para el transporte de petróleo.

Cada vez más, los petroleros desconectan los sistemas de seguimiento global para no ser detectados por la Guardia Revolucionaria iraní cuando pasan por sus aguas territoriales. Este mes, al menos 20 barcos apagaron sus transpondedores mientras pasaban por el estrecho, según datos compilados por la agencia de noticias Bloomberg.

Los armadores y los capitanes de los petroleros temen quedar atrapados en el conflicto. Por eso, algunos han alterado ligeramente la ruta en el Golfo Arábigo para pasar más cerca de lo habitual de la costa de Arabia Saudita en ruta a los puertos de Kuwait o Irak.

Otros optan por minimizar el tiempo de tránsito en las aguas territoriales de Irán, tal y como este miércoles ha recomendado la Autoridad Marítima de Noruega a los buques con esa bandera.

Antes del último aumento de las tensiones con Irán, los barcos señalaban sus posiciones invariablemente. Una vez dentro del Golfo, las rutas los llevaban bastante cerca de la costa iraní, bordeando el campo de gas costa afuera South Pars/North compartido entre Irán y Qatar y todavía ahora la mayoría lo sigue haciendo.

La región del Golfo ha sido testigo de una serie de ataques de buques, confiscaciones de petroleros y derribos de drones desde mayo, todo en el contexto de las sanciones de Estados Unidos con el fin de paralizar la economía de la República Islámica. Para los armadores, esta tensión se ha traducido en que, por riesgo de guerra, el seguro se disparara para los petroleros que operan en esa región.

La Royal Navy ha comenzado a escoltar barcos de bandera británica por el estrecho después de que Irán detuviera a su carguero Stena Impero. Dos buques de guerra británicos permanecen en aguas alrededor de Ormuz, con ese objetivo. La Quinta Flota de Estados Unidos también opera permanentemente en la región.

Los petroleros se vuelven “silenciosos” para aumentar su seguridad en Ormuz
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