miércoles. 24.04.2024

Estados Unidos parece estar seguro de que su presencia militar adicional en el Golfo Arábigo está afectando a las actividades de Irán en la región, pero insiste en que el objetivo aún es llevar a Teherán a la mesa de negociaciones.

Durante un desayuno ofrecido por el sitio web de noticias Al-Monitor en Washington este martes, Kathryn Wheelbarger, una oficial de Política de Defensa de alto rango, describió la amenaza de Irán como "similar a una campaña contra nosotros".

Wheelbarger  reveló que se llamó a los funcionarios para evaluar la amenaza de Irán en la seguridad marítima después del ataque del mes pasado a los buques tanque frente a la costa de Emiratos Árabes Unidos, porque había preocupación por la seguridad de sus fuerzas en la región. El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, acusó a la Guardia Revolucionaria de Irán de estar detrás de los ataques de los petroleros. Y un informe que resumía los hallazgos preliminares de una investigación realizada por  Emiratos Árabes Unidos, Noruega y Arabia Saudita concluyó que lo más probable era que un "actor estatal" estuviera detrás de la operación.

El mes pasado, Estados Unidos trasladó el portaaviones USS Abraham Lincoln y los bombarderos B-52 al Golfo. También ha anunciado planes para enviar 1.500 soldados más a la región. Wheelbarger describió la continua amenaza de Irán como "creíble, intencional y coordinada", pero dijo que la presencia de Estados Unidos en la región estaba moderando las acciones de Teherán. Washington tiene la intención de continuar con su presencia o enviar una fuerza adicional para detener el empeoramiento de la situación y mantener el equilibrio regional, agregó.

Asimismo, Wheelbarger dijo que estaría "reacia a decir qué decisión desencadenó la situación", refiriéndose a si la reciente designación de la Guardia Revolucionaria por parte de Estados Unidos como una organización terrorista extranjera podía haber influido. Estados Unidos ha dicho previamente que responderá con fuerza militar si su país o sus intereses son atacados por Teherán. Wheelbarger también destacó a Rusia y China como competidores de los intereses de Estados Unidos en la región.

En ese contexto subrayó que los planes de Turquía para adquirir un sistema de misiles de defensa ruso S-400, a pesar de las sanciones de Estados Unidos que amenazan a Ankara, son "un riesgo" para el país. Llamó a Rusia un "socio poco confiable". “Esto no es solo un hecho aislado. Se trata de la alineación continua y la interoperabilidad con la OTAN”.

Con menos de un mes antes de que se complete el acuerdo con los S-400, la funcionaria confía que aún existe la posibilidad de que Turquía no acepte el sistema ruso. "Las relaciones entre Ankara y Moscú estaban siendo probadas con la actual situación en Idlib, la última zona controlada por los rebeldes de Siria. Turquía está aprendiendo de la manera más dura que en Rusia no se puede confiar", dijo Wheelbarger, refiriéndose a la ofensiva rusa en Idlib, donde los dos países acordaron una zona de desescalada, pero Rusia ha llevado a cabo fuertes bombardeos en el área en las últimas semanas.

A pesar de ello, Wheelbarger dijo que Estados Unidos era un aliado estratégico de Turquía y que aliviaría las preocupaciones de Ankara y protegería su economía si se retiraban del acuerdo de compra de misiles rusos.

El viernes, el Gobierno de Estados Unidos ordenó el cese de la participación de Ankara en su programa F-35 a fines de julio si no se retractaba del acuerdo ruso. También ha suspendido el entrenamiento de pilotos turcos en los aviones de combate F-35.

Según EEUU, la presencia militar en el Golfo ha puesto a la amenaza de Irán en "pausa...
Comentarios