viernes. 29.03.2024

El gobierno yemení reconocido internacionalmente confirmó este domingo que más de un centenar de efectivos de su Ejército murieron en un ataque con misiles perpetrado por presuntos rebeldes hutíes, cuando los militares rezaban en una mezquita de la provincia de Marib, en el norte del país.

El ministro de Exteriores yemení, Mohamed al Hadhrami, informó de que más de 100 soldados de la Cuarta Brigada de la Guardia Presidencial y otras unidades murieron en la acción, mientras que decenas más resultaron heridos. El sábado se habían reportado extraoficialmente unos 60 fallecidos.

El canciller atribuyó a los hutíes el ataque con misiles y detalló que éste se produjo mientras los soldados rezaban en el interior de una mezquita ubicada en un campamento militar de la Cuarta Brigada en Marib. Hadhrami calificó la acción de "acto terrorista cobarde", por haberse producido en un lugar de culto, lo que "viola todas las normas y valores religiosos y humanos". Agregó que los rebeldes carecen de intenciones "reales" de participar en un proceso de paz y parar el derramamiento de sangre yemení.

El ataque ocurrió tras meses de relativa calma en el conflicto que enfrenta desde hace más de cinco años en Yemen a los rebeldes hutíes chiitas, apoyados por Irán, y al gobierno reconocido por la comunidad internacional, que es apoyado por una coalición militar liderada por Arabia Saudita.

El presidente yemení, Abd Rabbo Mansur Hadi, acusó a los hutíes del ataque, que calificó de "cobarde y terrorista", según medios oficiales.

"Las vergonzosas acciones de la milicia hutí muestran sin duda su rechazo a alcanzar la paz, porque solo sabe de muerte y destrucción y es el barato instrumento iraní en la región", afirmó Hadi, mientras llamó a "reformar el grado de vigilancia" de las fuerzas leales al gobierno.

Por su parte, el portavoz de las Fuerzas Armadas, el general Abdu Majli, dijo que habrá una "respuesta implacable contra las milicias hutíes", y añadió que había "civiles" entre las víctimas.

Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, formuló el domingo un llamado a "todas las partes a dar muestras de contención y discutir de manera constructiva con el emisario de la ONU para poner fin al conflicto".

Marib es una ciudad petrolera controlada por las fuerzas leales al Ejecutivo y cuenta con presencia de las tropas de la Coalición Árabe liderada por Arabia Saudita, que interviene en Yemen desde marzo de 2015 contra los rebeldes y en favor del gobierno. Los rebeldes hutíes ocupan la capital Saná desde 2014.

El enviado de la ONU a Yemen, Martin Griffiths, condenó este domingo por la noche el ataque de la milicia hutí. Griffiths declaró en un comunicado que estas actividades militares pueden dificultar cualquier intento de paz, señalando que el progreso hacia la reducción de la escalada ya es frágil. Instó a todas las partes a detener la escalada ahora y dirigir sus energías lejos del frente militar y hacia una solución política, según informó el portal Al Arabiya.

Yemen confirma más de 100 soldados muertos en ataque de los hutíes a una mezquita
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