jueves. 28.03.2024

La situación para homosexuales y transexuales se complica por momentos en los países del Golfo Pérsico, según ha informado el diario español ABC en una noticia firmada por el periodista Rafael Unquiles. A las ya duras leyes que imperan en la mayoría de estados, que van de la pena de muerte a la deportación pasando por largas condenas de cárcel, Kuwait quiere sumar ahora la imposición de "pruebas médicas" que impidan la entrada de gays y lesbianas extranjeros. La medida no sólo afectaría a su territorio sino a todas las naciones que integran el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que está formado, además de por Kuwait, por Baréin, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Según la nueva propuesta, presentada el 7 de octubre por Yousuf Mendkar, director de Salud Pública del Ministerio de Salud de Kuwait, se le prohibirá la entrada automáticamente a toda persona considerada homosexual, transgénero o travestida tras haberle practicado una “prueba médica”. El Comité Central del CCG para expatriados, impulsor del Programa de Fuerzas de Trabajo del Consejo de Cooperación del Golfo, tomará una decisión al respecto el 11 de noviembre en el Sultanato de Omán.

Amnistía Internacional, que desarrolla en la zona una intensa campaña en favor de los derechos de los homosexuales, ha puesto el grito en el cielo ante la iniciativa de los legisladores kuwaitíes. Philip Luther, director del Programa para Oriente y Medio y el Norte de África, ha hecho público a través de un comunicado que la medida es "vergonzosa" y que "sólo estigmatizará todavía más a personas que sufren ya mucha discriminación y abusos por la orientación sexual o la identidad de género que tienen o parecen tener".

Luther considera que “en lugar de continuar discriminando a los homosexuales, las autoridades de Kuwait deben esforzarse por garantizar que nadie es sometido a hostigamiento o abusos por ser quien es y rechazar las leyes que criminalicen las relaciones entre adultos con consentimiento mutuo".

La posición de Amnistía Internacional ha recibido duras críticas en Kuwait, cuyas autoridades la consideran una "interferencia en los asuntos de un país islámico donde sus habitantes están comprometidos con los valores del Islam". Hasta el punto de que los legisladores han exigido al Ministerio de Relaciones Exteriores una respuesta a la ONG "en términos particularmente fuertes, clara y enérgica". Y de no producirse están dispuestos a tomar cartas en el asunto directamente desde el Parlamento con el objetivo de impedir cualquier injerencia que provoque una distorsión de sus "creencias islámicas puras".

Mohammad Al Hayef, miembro de la Asamblea Nacional de Kuwait, ha ido aún más lejos al manifestar a un periódico local que Amnistía Internacional debe reforzar su misión "en defensa de los derechos humanos y de los oprimidos y no fomentar un comportamiento que es contrario a la naturaleza humana ni actitudes que socavan y destruyen la humanidad".

Las relaciones homosexuales entre adultos y de mutuo acuerdo son ilegales y se sancionan hasta con 10 años de prisión en Kuwait. En Arabia Saudí es aún peor ya que pueden castigarlas incluso con la pena de muerte. Por lo que se refiere a Emiratos Árabes Unidos, el castigo habitual es la deportación.

Amnistía Internacional ha documentado en los últimos años un creciente número de denuncias de violencia contra lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales en Kuwait que abarcan hostigamiento, detención arbitraria, maltrato, tortura y agresión sexual.

Kuwait quiere bloquear la entrada de homosexuales con "pruebas médicas"
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