sábado. 20.04.2024

(Marina Pina para ABC.es) Lama Bint Turki Al Saud, princesa saudí que goza de tratamiento de Alteza Real y que mejora su técnica hípica con los consejos de Luis Astolfi (54), vive una existencia cada vez más asentada en Espña. Lama tiene unas ideas muy alejadas del régimen de su país, una cuadra con siete caballos excepcionales y una cuenta corriente con ingresos fijos gracias a la Casa Real, según informa el diario español ABC en un texto firmado por Marina Pina.

Parece que esta amazona de sangre azul genera controversia por el mero hecho de ser mujer. Y es que las apariciones de Lama distan mucho de la estricta política de comportamiento que el Islam -reinterpretado por los líderes del país del Golfo- impone a las féminas. Si por algo es conocida la rica nación árabe, además de por sus reservas de petróleo, es por liderar, con dudoso honor, la lista de países con mayores diferencias entre hombres y mujeres.

La dinastía saudí se enorgullece de ser el gran guardián del lo que consideran los verdaderos valores del Islam: las mujeres no pueden salir solas a la calle ni llevar su rostro descubierto. Por eso, la participación de Lama en los concursos hípicos es tan llamativa. Ella no se tapa la cara, viste pantalones y su conducta no es reprobada. Apenas hay nada escrito sobre la princesa y, cuando se pregunta sobre ella a periodistas saudíes, dicen no tener información. Sí hay muchas fotos suyas, incluso algunas en fiestas en países occidentales donde luce vestidos cortos o escotados. «Fuera de Arabia Saudí puede vestir como quiera, dentro debe ir cubierta por ley», explica Juan Manuel Uruburu, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la universidad de Sevilla.

Después de que la monarquía saudí lograse acallar las voces de la oposición en la primavera árabe, y de que la corrupción de la Casa Real haya sido -y siga siendo- silenciada en las redes sociales, la afición hípica de la princesa parece hacer un flaco favor a sus familiares, los llamados «Guardianes del Verdadero Islam de los Lugares Santos». Lama acude a las competiciones con una corte de siete caballos de élite y, según la periodista Marta Durán de Huerta, tiene una asignación mensual de 30.000 dólares para sus gastos solo por ser una de los 15.000 príncipes del país.

Además del dinero que se embolsa por participar en competiciones y su asignación por ser «hija de», Sharaf Sabri asegura en su libro «The house of Saud in Commerce» que «Lama tiene una participación 61.000 euros en la empresa Arabia Al-Karakat, también es socia de Majd Trading y Contracting y administradora de Sana Al-Fajr y Operation, de las que percibe 19.000 euros en cada una de ellas».

Para conocer el parentesco que une a la joven con Abdalá bin Abdul Aziz al-Saud (89), basta con hacer un esquema de sus apellidos. Lama es hija de Turki bin Nasser, es bisnieta del primer Rey de Arabia Saudí, por ello, es Princesa y sobrina del Monarca. «Los bin Nasser son una familia vinculada al mundo del caballo en los países árabes», prosigue Uruburu.

La Familia Real saudí es una de las más extensas. Aunque la ley les permite tener cuatro mujeres, las uniones de los reyes saudíes y sus descendencias son numerosas. Según estima el escritor Robert Lacey en el libro «El reino», el primer monarca de la Arabia Saudí unificada, Abdul Aziz bin Saud, se casó cerca de 43 veces.

A Luis Astolfi la hípica le ha abierto las puertas de la realeza. Después de su amistad con la Infanta Elena. Un cariño que ha permanecido pese a los años y los rumores, ahora Astolfi asesora a una Princesa.

Lama Bint Turki, la princesa saudí que vive en España
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