sábado. 20.04.2024

María L. Rubert (Valencia, 18 de octubre de 1980) llegó a Dubai en busca de un reto profesional y no sólo lo encontró sino que en cinco cortos años se ha erigido en una abogada de reconocido prestigio, especialista en arbitraje internacional, que ejerce como ‘partner’ en el bufete M Advocates of Law. Además, pertenece al Comité Ejecutivo del Spanish Business Council y es una activa integrante de la comunidad hispana. Da un consejo sin pedir nada a cambio: quien venga a Emiratos que tenga claro que “aquí hay que demostrar desde cero lo que cada uno es capaz de hacer”.

¿Cuándo decidió venir a Emiratos Árabes Unidos?

Aterricé en Dubai a finales de 2009 en busca de un reto profesional. Y como todo cambio me generó una montaña de sensaciones. La adrenalina y energía que Dubai irradia me cautivó.

¿Llegaba de España?

No, venía directa de Washington DC, donde había realizado un máster en Arbitraje Comercial Internacional mientras trabajaba para la Embajada de México y para el Centro de Arbitraje Comercial Internacional del Washington College of Law de American University bajo el liderazgo de Horacio Grigera Naón, una eminencia en el campo del arbitraje internacional.

Es decir, que en su caso Derecho y extranjero van unidos.

Desde pequeña quise dedicarme al mundo del Derecho y pensé que si quería ser una buena abogada y practicarlo a nivel internacional debería ser capaz de comunicarme en inglés, lo que me llevó a luchar por becas. Llegué a EEUU por primera vez de la mano de Ford Motors. Después, tras vivir con una familia americana en el Estado de Maryland, realicé una licenciatura de Ciencias Políticas en Kennesaw State University en Georgia con el apoyo incondicional de becas deportivas. Al finalizar hice un programa conjunto con la Universidad Alfonso X El Sabio y American University en Washington DC que me llevó a colegiarme como abogada en España y en el estado de Nueva York. Y aún hoy estoy realizando un EMBA con el Instituto Empresa en Madrid. La formación nunca termina.

¿Está satisfecha de la experiencia?

Por supuesto. Venir a Dubai fue una de las mejores decisiones que he tomado. Enseguida le tomé el pulso a este país y en especial a Dubai. En los comienzos cuesta encontrarse, pero hallé el camino y pude coger velocidad. Además, las personas que este enclave privilegiado hace que se crucen en tu camino provocan un aprendizaje continuo. Un auténtico privilegio.

¿Recomendaría a otras personas seguir su camino?

Completamente. EAU es un país que ofrece la posibilidad de crecer profesionalmente con una calidad de vida envidiable. Pero daría una sugerencia: cabeza amueblada, humildad y muchas ganas de que el trabajo hable por uno mismo. EAU es un país que reconoce el esfuerzo y detecta talento.

¿Es Emiratos Árabes un buen lugar para invertir?

Ofrece una amplia variedad de ventajas a los inversores extranjeros, a la vez que apoya la repatriación de beneficios y del capital invertido. Hay varias estructuras corporativas que pueden utilizarse. La zona franca es la más popular. Permite el cien por cien de propiedad extranjera, no es necesario contar con un nacional como accionista o patrocinador y tiene total exención del impuesto de sociedades y de la renta, entre otras muchas ventajas.

¿Y para trabajar?

Desde luego, pero siempre y cuando se sea consciente de que aquí se empieza de cero independientemente de la carrera profesional que se tuviera antes de llegar. Hay que demostrar lo que se es capaz de hacer.

¿Qué es lo fundamental para encontrar un empleo en Emiratos?

Hay que venir, mandar currículums, conocer gente, moverse y hacer saber al posible empleador que se está cerca para empezar a la mayor brevedad. Es una cultura en la que todo funciona muy deprisa. 

¿En qué rama del Derecho se ha especializado en estas tierras?

Principalmente me ocupo de casos de arbitraje internacional en litigios inmobiliarios y comerciales, tanto representando a clientes como resolviendo casos como árbitro. La asistencia a sociedades que realizan relaciones comerciales con empresas establecidas en EAU también es significativa. En paralelo asisto a un gran número de compañías y empresarios en sus necesidades de estructuración en el país y de apoyo una vez establecidos y sus familias asentadas, desde alquiler al empleo.

¿Y le va bien?

Estoy muy satisfecha porque el esfuerzo titánico que he invertido da sus frutos.

¿Se veía en esta situación cuando inició sus estudios?

La realidad supera a la ficción. Soy afortunada de poder desarrollar mi pasión en un lugar en el que no hay techo profesional y consigues lo que estás dispuesto a luchar.

¿Cuál es la principal cuestión que le plantean sus compatriotas?

La mayoría de consultas que nos llegan de la comunidad española son relativas a la implantación de empresas en EAU. Una vez están asentados les respaldamos con el día a día legal de su empresa o familia. Como parte de esta asistencia también les ayudamos en la protección de activos mediante la redacción de testamentos para mitigar las posibles consecuencias de la aplicación de la ley Sharia en el caso de que un testamento no esté registrado ante las autoridades locales.

¿Qué acogida tienen los españoles en Emiratos Árabes?

EAU tiene muchos rasgos y lazos culturales mediterráneos como la proximidad familiar, los horarios de comida, el hacerlo todo ante una taza de café o té. Además son cálidos y próximos. Los paralelismos nos hacen sentirnos como en casa.

¿Tiene futuro la lengua española en el Golfo Arábigo?

Por supuesto. Somos la tercera lengua del mundo después del inglés y el chino y ello abre cantidad de oportunidades de negocio en la mayor parte del mundo. Y si es importante para el mundo debe serlo para EAU. La cifra en aumento de ciudadanos españoles y latinos, junto con el fortalecimiento de las relaciones con países de Latinoamérica, no hace sino corroborar esta relevancia.

¿Cómo lleva ser miembro del Comité Ejecutivo del Spanish Business Council?

Es un orgullo. Estoy muy ilusionada con el proyecto liderado por Ricardo Fisas. Este mes de noviembre hacemos un año en el cargo y confiamos poder seguir construyendo sobre los cimientos que se han levantado.

¿Tiene previsto pasar muchos años más en Emiratos?

Por supuesto. Mientras siga deseando que llegue el fin de semana tanto como el domingo, aquí estaré.

¿Qué echa de menos?

Mis animalitos. Tengo dos perros en España. Uno se crió en Dubai pero prefiere el clima mediterráneo.

¿Y de más?

La siesta.

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