Miles de personas se congregaron el domingo en Almere para homenajear a Richard Niewenhuizen, el juez de línea asesinado a golpes por unos adolescentes. El arbitro, de 41 años, había asistido a un encuentro de la liga juvenil donde jugaba su hijo. Niewenhuizen fue trasladado en estado muy grave al hospital donde entró en coma y, tras lo cual, falleció al día siguiente.
La policía detuvo a miembros del equipo de fútbol Nieuw-Amsterdam Sloten que tenían entre 15 y 16 años, según informaron diversos medios de comunicación.
El estadio del Almere City FC ha sido el escenario escogido para el homenaje, en el que uno de sus hijos ha expresado ante más de 6.000 personas lo mucho que toda la familia lo va a echar de menos, según han informado las autoridades de Almere.
