La aerolínea boliviana Lamia y el piloto fueron directamente responsables del accidente del avión en el que viajaba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense, que se estrelló el pasado mes en Colombia dejando un balance de 71 personas fallecidas. Esa es la conclusión que arroja la investigación del Gobierno de Bolivia, según ha anunciado este martes el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.
El piloto, Miguel Quiroga, fue una de las 71 personas fallecidas cuando el avión, aparentemente, se quedó sin combustible y se estrelló en una ladera boscosa cerca de la ciudad colombiana de Medellín. Quiroga también era copropietario de la aerolínea.
El avión transportaba al equipo brasileño de fútbol Chapecoense hacia la final de la Copa Sudamericana.
"Lamia y el piloto son directamente responsables de lo que sucedió con este trágico evento", dijo Claros, quien supervisa la autoridad de aviación de Bolivia, según publica Emirates 24/7.
Gustavo Vargas Gamboa, director ejecutivo de Lamia, fue encarcelado en espera de juicio por homicidio y otros cargos, que él ha negado. Su hijo, Gustavo Vargas Villegas, ex funcionario de la autoridad aeronáutica boliviana, también está detenido hasta el juicio, acusado de abuso de influencia al autorizar la licencia del avión que se estrelló. También dice que es inocente.
También se presentaron cargos penales contra el co-propietario de Lamia, Marco Antonio Rocha Benegas, cuyo paradero se desconoce, y la controladora de tránsito aéreo Celia Castedo, que huyó de Bolivia después del accidente y busca asilo en Brasil.
En la conferencia de prensa, Claros dijo que el accidente fue un incidente "aislado" y no significó que fuera peligroso volar en Bolivia. Sin embargo, dijo que el gobierno aceleraría el proceso de implementación de un nuevo sistema de seguridad aeronáutica.
